La Zarzuela se queda sin carreras de caballos
Una disputa entre los hipódromos, la Sociedad de la Cría Caballar y la Federación Hípica paraliza la competición
Los hipódromos de La Zarzuela, Sevilla y San Sebastián han cerrado sus puertas por “dudas sobre la integridad de la competición”. Consideran que la Sociedad de Fomento de la Cría Caballar de España, encargada de organizar las carreras, no está legitimada para regular su deporte. Esta sociedad, en concurso de acreedores, asegura contar con un plan de viabilidad que solo podría llevarse a cabo si continúa con su actividad. Pero la Asociación de Hipódromos pide como “única fórmula para reanudar las carreras” que la sociedad renuncie a gestionar las competiciones, aunque ello se traduzca en la liquidación de la entidad.
En el hipódromo de La Zarzuela se celebran el mayor número de pruebas del circuito, aproximadamente el doble que en los otros dos. La temporada de invierno, cuyo arranque estaba previsto en Sevilla para el primer fin de semana de diciembre, se canceló y las carreras fueron sustituidas por un espectáculo de trote balear. Eso se debió a que la Real Federación Hípica decidió no renovar el 2 de diciembre el convenio por el que cedía las competencias regulatorias de las carreras, y los responsables del sector no se han puesto de acuerdo en una solución. La Sociedad de Fomento rechaza renunciar a su responsabilidad organizativa, su única razón de ser, y considera que su existencia es la mejor solución para sus acreedores. Su deuda asciende a 2,5 millones de euros, principalmente con la Seguridad Social. El juez ha aceptado un plan de viabilidad que contempla una quita del 50% y un plazo de cinco años para pagar el resto, explica la entidad.
Los tres actores
- La Sociedad de Fomento de la Cría Caballar, fundada en 1841, tiene unos 200 socios y es el órgano encargado de gestionar las carreras de caballos.
- La Asociación Española de Hipódromos incluye a las pistas de La Zarzuela, Sevilla y San Sebastían. En La Zarzuela se celebran el doble de pruebas anuales que en los otros dos recintos.
- La Real Federación Hípica agrupa a todos los colectivos del deporte. Cerca de 1.500 personas trabajan en el sector de las carreras de caballos.
Los hipódromos entienden que debe ser la Federación quien regule. “Las funciones que el convenio otorga a la Sociedad de Fomento son críticas para nosotros, porque se refieren a la potestad disciplinaria y sancionadora. Los hipódromos tenemos que garantizar la integridad de las carreras porque somos operadores de juego y gestionamos dinero público”, asegura el presidente de la Asociación Española de Hipódromos, Carlos Rodulfo, que critica a la Sociedad de Fomento por “bloquear” la competición al pedir al juez que declare nulo el acto por el que pierde las competencias. “Si ellos retirasen ese auxilio, ya no sería un asunto judicializado”, añade Rodulfo.
Felipe Hinojosa, presidente de la Sociedad de Fomento, considera el cierre como una “medida de presión” por parte de los hipódromos: “Quieren hacer un ente regulador a su gusto en el que tengan más representación”. En el actual comité ejecutivo, de 17 miembros, hay tres representantes de los hipódromos, responsables de gran parte del presupuesto de la sociedad. Los ingresos del ente proceden de dar nombre a los caballos o emitir declaraciones de colores.
La sociedad, fundada en 1841, propone someter a votación unos estatutos que sean redactados por los hipódromos o ceder a la Federación de Hípica la competencia organizativa hasta que termine el concurso. “Todo pasa porque ellos reconozcan la completa capacidad de la Federación Hípica para regular las carreras. El problema es que eso les lleva a la liquidación. Es muy duro, pero a lo mejor no hay otra posibilidad. La vida es así”, replica Rodulfo. “Todo el sector les ha abandonado, solo son personas físicas”, añade.
La sociedad se niega a renunciar a la organización
de las pruebas
Hinojosa replica que los propietarios que se han retirado son los 70 sindicados, frente a las 500 cuadras que corrieron el año pasado en España: “Se han ido del órgano directivo la asociación de propietarios y criadores, muy poco representativa, y las de jockeys y entrenadores, presionadas por el hipódromo de La Zarzuela”. La federación ha transmitido a este diario su intención de no comentar el asunto hasta que esté resuelto.
“Si el administrador concursal ha aceptado un plan de viabilidad es porque tenemos ingresos para hacer frente a las deudas”, insiste Hinojosa. Mientras, el sector sigue a la espera de nuevos acontecimientos. Algunos caballos corrieron en Francia o Marruecos el pasado fin de semana, pero los propietarios siguen pagando a los entrenadores de los animales. “Si la situación siguiera, algunos caballos se venderían porque sin competición la gente no los querría”, concluye Hinojosa.
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