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El Ayuntamiento pide usar el transporte público por la elevada contaminación

Siete puntos de la capital registran niveles muy altos de ozono troposférico, un gas tóxico El Consistorio recomienda a niños y ancianos que no hagan ejercicio al aire libre

Elena G. Sevillano
Contaminación sobre Madrid vista desde Torrelodones.
Contaminación sobre Madrid vista desde Torrelodones. ULY MARTÍN

El Ayuntamiento de Madrid ha tenido que avisar a los ciudadanos de que los niveles de contaminación por ozono troposférico, un gas tóxico que se produce cuando se combinan la polución que produce el tráfico con la alta insolación, han alcanzado hoy niveles muy elevados. Hasta siete puntos de la capital llegaron a superar a la vez los máximos recomendables, por lo que el Consistorio ha pedido a los ciudadanos que usaran el transporte público y evitaran repostar combustible en las horas de mayor insolación para evitar que la situación siguiera empeorando.

Los ciudadanos que tienen el sistema de alertas por SMS del Consistorio han recibido el primer aviso pasadas las dos de la tarde, cuando una estación, la de la plaza Fernández Ladreda (plaza Elíptica) ha superado el umbral que obliga a informar a la población. “La tendencia es a empeorar”, decía el mensaje. Efectivamente, una hora después ya eran siete las zonas de Madrid con contaminación muy elevada: Escuelas Aguirre, Arturo Soria, Casa de Campo, Plaza del Carmen, Barrio del Pilar, Retiro y Tres Olivos. La alerta aún continuó una hora más: a las 16.00 horas las estaciones de medición de Barajas Pueblo y Tres Olivos superaban los límites.

La página web municipal ha recomendado que los grupos de población más sensibles a los posibles efectos del ozono —niños, ancianos y personas con problemas respiratorios— “eviten realizar ejercicios o cualquier otro tipo de esfuerzo físico al aire libre, especialmente en las zonas próximas a las estaciones en las que se sobrepasa el umbral de información a la población”. La alerta ha terminado pasadas las cinco de la tarde. Fuera de la capital, dos estaciones de la red de la Comunidad de Madrid, en El Atazar y Rivas Vaciamadrid (Corredor del Henares), también han registrado superaciones del límite de 180 microgramos por metro cúbico de ozono. Rivas ha estado cinco horas seguidas por encima del límite.

El ozono troposférico suele dar problemas en verano en ciudades o cerca de núcleos de población con mucha contaminación procedente del tráfico. Se trata de un contaminante secundario, que se forma cuando otros gases tóxicos (principalmente los óxidos de nitrógeno del tráfico, pero también compuestos orgánicos volátiles) reaccionan con la radiación solar. España, como otros países mediterráneos en los que se dan altas temperaturas y muchas horas de insolación, sufre especialmente este tipo de contaminación.

A diferencia de otros tipos de contaminación, la del ozono troposférico (O3) no produce ninguna boina sobre la ciudad que permita advertirla. No se ve, ni se huele, por eso los expertos aseguran que es muy importante alertar a la población para que eviten hacer ejercicio físico intenso, sobre todo si forman parte de algún grupo de riesgo. Entre los efectos de este gas están la irritación de los ojos, la tos, el dolor de cabeza y la disminución de la función pulmonar.

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Sobre la firma

Elena G. Sevillano
Es corresponsal de EL PAÍS en Alemania. Antes se ocupó de la información judicial y económica y formó parte del equipo de Investigación. Como especialista en sanidad, siguió la crisis del coronavirus y coescribió el libro Estado de Alarma (Península, 2020). Es licenciada en Traducción y en Periodismo por la UPF y máster de Periodismo UAM/El País.

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