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Sortu muestra su “firme voluntad” de poner en marcha un proceso similar

La consulta catalana vuelve a dividir a los partidos vascos en nacionalistas y constitucionalistas

Javier Rivas

Las reacciones en Euskadi al anuncio de la fecha y términos de la consulta catalana han dibujado de nuevo la división recurrente en esta materia entre nacionalistas y constitucionalistas. Los primeros han defendido, con matices entre unas y otras fuerzas, la decisión del presidente de la Generalitat, Artur Mas, y sus aliados. Los segundos la han rechazado frontalmente.

El portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, ha confiado en que “nadie ponga obstáculos a la libre expresión democrática de una voluntad popular que parece evidente que es pacífica, democrática y cuenta con un amplísimo respaldo”. Erkoreka, quien ha convocado una rueda de prensa urgente en Bilbao, ha pedido “respeto y democracia” tras el acuerdo “libre y legítimamente alcanzado por los partidos que representan a la mayoría de la sociedad catalana”.

Su partido, el PNV, ha acogido “con profundo respeto” la decisión de la Generalitat, tanto en lo relativo a la consulta en sí como a la pregunta, “pues una y otra emanan del deseo del pueblo catalán, que tiene que ser dueño de su porvenir”. La reacción peneuvista llega después de que durante meses el partido y el Ejecutivo vasco, con el lehendakari, Iñigo Urkullu, a la cabeza hayan marcado distancias ente el proceso catalán y la negociación de un nuevo estatus para Euskadi, con consulta en 2015 incluida, que quieren poner en marcha en breve.

La izquierda abertzale lleva varios meses apostando por una vía vasca a la independencia de forma similar a la catalana, simbolizada en la cadena humana que unió Cataluña de norte y sur el pasado 11 de septiembre. Así, el presidente de Sortu, Hasier Arraiz, ha mostrado “el claro compromiso y la firma voluntad” de su partido de “llevar a cabo un proceso similar en Euskal Herria”. Arraiz ha insistido en la vía vasca hacia “la soberanía plena” y emplazó a socialistas y populares a aceptar el “derecho a decidir”.

Y los opuestos. “El nacionalismo catalán ha emprendido hoy un rumbo que solo conduce a la fractura social y a la frustración. En Euskadi lo sabemos bien, porque no hace muchos años padecimos aquí una embarcada similar”, ha asegurado la portavoz de la ejecutiva del PSE, Idoia Mendia, en alusión al fracasado plan Ibarretxe. Mendia ha mostrado el convencimiento de su partido de que la sociedad catalana “sabrá salir con sensatez del callejón independentista en que se le quiere meter”. El portavoz parlamentario del PP vasco, Borja Sémper, dijo a EL PAÍS: “Me produce vergüenza ajena que haya responsables políticos que, en pleno siglo XXI, y con la complicada situación que atravesamos se dediquen a generar tensiones gratuitas que solo llevan al enfrentamiento”. Finalmente, Gorka Maneiro, único parlamentario de UPyD, acusó a los nacionalistas catalanes de pretender imponer “el recorte de una parte de la sociedad, de nuestra democracia y de nuestro territorio”. 

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Sobre la firma

Javier Rivas
Forma parte del equipo de Opinión, tras ser Redactor Jefe de la Unidad de Edición y responsable de Cierre. Ha desarrollado toda su carrera profesional en EL PAÍS, donde ha trabajado en las secciones de Nacional y Mesa de Cierre y en las delegaciones de Andalucía y País Vasco.

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