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política cultural

‘Novios’ para el teatro público municipal

El productor Jesús Cimarro y el promotor de circo Manuel González han mantenido conversaciones con responsables del Ayuntamiento para gestionar la programación del Fernán Gómez y del Circo Price

Patricia Ortega Dolz
Fachada del Teatro Fernán Gómez.
Fachada del Teatro Fernán Gómez.

Digamos que el teatro Fernán Gómez y el Circo Price se han echado novios. Dejémoslo ahí, en que se han mirado, se han gustado un poco, se han acercado, se han encontrado alguna vez y, finalmente, “han hablado” y los progenitores políticos de ambos espacios les han tirado los tejos. Los términos de la relación están por definir porque si hay una palabra que los responsables de la administración pública temen más que a una vara verde en estos tiempos de crisis es la de “privatización”, que equivaldría a algo así como a una boda con dote. Bastante ha tenido ya la alcaldesa Ana Botella aguantando a las familias de basureros y electricistas, levantados en armas después de que el ayuntamiento cediera la gestión de esos servicios a empresas privadas. En el ámbito de la cultura las cosas van más despacio, tienen idas y venidas, surgen dudas de última hora y algún que otro amante coyuntural… Pero, que quede claro, los que han ligado son el productor teatral Jesús Cimarro y el promotor de circo Manuel González (vocal de la Unión de Profesionales y Amigos de las Artes Circenses), con el Fernán Gómez y el Price respectivamente. Progenitores y pretendientes reconocieron a este periódico la existencia de esas conversaciones más o menos comprometidas.

Imagen del Circo Price.
Imagen del Circo Price.José Ramón Aguirre

“Es verdad que se ha estado conversando sobre los teatros. Lo admití con toda naturalidad en una de las últimas comisiones de Cultura”, reconoce Pedro Corral, el nuevo delegado de Las Artes —sustituto de Fernándo Villalonga—, “pero no se ha cerrado nada”, añade. Y advierte, en un claro distanciamiento de las intenciones de su predecesor: “No va a haber un cambio de modelo de gestión, el ayuntamiento seguirá gestionando directamente los teatros mediante la empresa Madrid Destino”, que —dicho sea de paso— está también por definir. Sin embrago, aunque claramente la llegada del exresponsable del distrito centro al área de Las Artes ha conllevado una sensibilidad distinta a la que gastaba el equipo anterior, Corral habla de “contratar a empresas privadas para que programen, llegando a un acuerdo contractual. La gestión y la titularidad de esos espacios será siempre pública, pero podrán programarlos, se podrá coproducir y colaborar con empresas privadas. Pero trabajar con compañías privadas no es privatización”. O sea, que esto es como si el padre de la novia le dice al novio que vale, que tiene derecho a roce, pero que se olvide de casarse con su hija y más aún de la dote, que no está el horno pa bollos.

Es entonces cuando hace su aparición otra palabra clave: eficiencia. “El Price y el Fernán Gómez están demostrando su eficiencia: el Price va a llegar a las 110.000 entradas con La Navidad en el Price y el Fernán Gómez ha colgado ya varios días el cartel de “localidades agotadas”, dice el director de Artes Escénicas Natalio Grueso que, asegura, existe la intención de “potenciar el Circo Price y convertirlo en una de las grandes instituciones culturales de España”. Corral le sigue: “No queremos rentabilidad, queremos eficiencia”. Es decir, que la novia esté contenta, que no cueste demasiado dinero y no pida regalos caros a sus papás: que los teatros funcionen, “que haya un equilibrio entre costes e ingresos basándonos en esa colaboración público-privada y que podamos cumplir con la labor de crear públicos nuevos”, iniste el delegado.

Los novios, por su parte, con una larga y contrastada trayectoria en sus respectivos terrenos, se dejan querer: si encuentras a uno mejor... “Yo he dicho que tiene que haber un concurso público, que hay que ser valientes y que si se externaliza un servicio debe hacerse con todas las consecuencias… La clave está en que la programación tenga interés para los ciudadanos, con los parámetros de un espacio público, como se ha hecho en Mérida”, dice el productor Jesús Cimarro, cuya empresa Pentación Espectáculos, además de otros teatros de la capital —La Latina, Bellas Artes— gestiona el histórico festival de teatro clásico extremeño desde el año pasado, una vez que la actriz Blanca Portillo tiró la toalla.

Por su parte, el promotor de circo Manuel González, que se resiste a entrar en política —“yo hago circo”— pero que ya ha metido 90.000 personas en el Price con su espectáculo navideño, es consciente de que se ha explorado esa posibilidad y también cree “en una gestión público-privada, pero lo importante es que quien esté al frente del Price tenga claro que es un circo, no un teatro”.

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Todo indica —con unas cifras de ocupación del 90%— que las relaciones (de colaboración, de coproducción…) continuarán, sometidas al vaivén de las sensibilidades de los responsables del consistorio, aunque no haya boda.

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Sobre la firma

Patricia Ortega Dolz
Es reportera de EL PAÍS desde 2001, especializada en Interior (Seguridad, Sucesos y Terrorismo). Ha desarrollado su carrera en este diario en distintas secciones: Local, Nacional, Domingo, o Revista, cultivando principalmente el género del Reportaje, ahora también audiovisual. Ha vivido en Nueva York y Shanghai y es autora de "Madrid en 20 vinos".

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