Sémper aboga por enfrentarse a la idea de que “los partidos no sirven”

Borja Sémper, presidente del PP de Gipuzkoa y portavoz popular en el Parlamento vasco, se ha mostrado convencido de que "hay tiempo" para impedir que "se instaure en la sociedad y en la opinión pública la imagen de que los partidos no sirven, que las instituciones no sirven y que todo está podrido", algo que es "injusto y perjudicial". Tiempo también para impedir que "el populismo y quienes quieren arrasar todo y hacer creer que nada sirve, se salgan con la suya".

El dirigente popular se ha expresado en estos términos durante la presentación en San Sebastián de su libro Sin complejos (Destino), acto en el que le han acompañado la presidenta del PP vasco, Arantza Quiroga, y el ex consejero de Cultura del PNV Joseba Arregi.

Sémper ha confesado haber escrito el libro de manera "humilde" en un momento "especialmente complicado" con respecto al prestigio que tienen quienes hacen política y la política, en el que "retumba una percepción, una idea en virtud de la cual la política ha perdido sentido, o que los políticos no son creíbles y que han venido a enriquecerse y a vivir del cuento".

"Para quien hace política como la hacemos nosotros, resulta descorazonador ese resentimiento, cuando no cierta indiferencia que los políticos provocamos en los ciudadanos". En este sentido, ha lamentado esa "falta de fe y convicción que muchos políticos proyectan", también "la falta de confianza de muchos ciudadanos en la política", así como esa "generalización negativa, esa falta de crédito" que los políticos generan en un amplio sector de población y que parece "enquistada".

"Me asusta ese descrédito, pues está provocando un descrédito de las instituciones, de los partidos, incluso de las reflexiones, los debates y las motivaciones de quienes hacemos política", ha afirmado.

Sémper ha trasladado su preocupación ante la posibilidad de que si se pierde del todo la conexión con la ciudadanía, "el populismo avanza". "Quienes tienen soluciones fáciles a problemas complejos tienen el campo abonado y la libertad se estrecha", ha sostenido. "No estamos lejos y no somos nada diferente de la propia población que está afectada. Somos unos políticos, representantes y representados, pero con responsabilidades y preocupaciones recíprocas", ha explicado.

El portavoz parlamentario ha defendido que los políticos deben acercarse a la ciudadanía "también en las formas" de hacer política, aportando "singularidades" al debate y "reflexiones diferenciadas a las estructuras del partido, que suman e intenten enriquecer".

En este contexto, ha opinado que hay que entender que el mundo "se ha transformado de tal manera que ya no puede explicarse a partir de un reduccionismo que limita las opciones a dos grandes bloques que identifica como izquierda y derecha" y que la política "ya no puede anclarse en prejuicios, en clichés, ni apoyarse en etiquetas fáciles".

A su juicio, si quienes hacen política entienden eso, se empezará a conectar con una ciudadanía que "viene exigiendo más talla" de sus políticos. Por otro lado, ha considerado que los políticos tienen que "dignificar nuestra época" es decir, "no tratar al ciudadano como menor de edad" y tener la talla que merece representarlos, lo que requiere actuar "de una manera más natural, más suelta, más libre, aunque las estructuras de los partidos políticos y el mundo sea muy complicado".

De su lado, Quiroga ha defendido que "unirse, tolerarse y trabajar juntos a partir de lo que se pueda compartir, siempre será mucho mejor que la tendencia suicida a la escisión, a la división y al ataque". La presidenta popular ha señalado que con la lectura del libro de su compañero de filas también se ha planteado el interrogante de "por qué y cómo se ha hecho tanto daño en el País Vasco", algo que deberían responder "los que han hecho tanto daño al País Vasco".