Benidorm tira de la Fitur más austera a la caza de rusos y nórdicos
La marca alicantina destaca entre el resto y se centra en el turismo foráneo

La oferta de la Comunidad Valenciana, como han repetido políticos y representantes patronales estos días en Fitur, es muy amplia culturalmente, pero lo que realmente tira del carro del turismo valenciano es el sol y la playa. Es innegable. Todo lo demás (campos de golf, grandes eventos, balnearios, etc) es un buen complemento. Lo que buscan británicos, rusos y nórdicos —los objetivos más deseados— son cielos despejados y una postal con el mar de fondo. Y con la desconfianza que siembra el turismo nacional, los extranjeros aparecen como el vellocino de oro. Mucho trajín ha habido en una feria Fitur a la que han acudido las tres provincias de la mano. Sin embargo, donde más se ha trajinado ha sido en el standde Benidorm.
Vendrán los rusos. En Benidorm y la Costa Blanca se frotan las manos. Son los dos destinos preferidos por los visitantes que arriban a las costas valencianas, una parte importante de ese 12,6% del PIB valenciano que supone el turismo. El consejero de Turismo, Máximo Buch, prevé que aterricen en la provincia de Alicante un 50% más de rusos que en 2012. Y, solo en Benidorm, el operador turístico ruso Natalie Tours calcula un aumento del 30% de visitas de esa incipiente clase media rusa que comienza a sentirse más que cómoda en la comarca de la Marina.
Benidorm demuestra avidez por los rusos a diferencia del resto de marcas turísticas comunitarias. La exconsejera de Turismo y hoy concejal del área en la ciudad de los hoteles, Gema Amor, se ha vuelto con los deberes hechos y un balance "moderadamente positivo", pero solo habla por ella. Los rusos traen dinero pero la mayoría de los 1.100.000 que llegan a España, "se quedan en Cataluña. Salou es un foco de atracción para estos turistas". Por eso, explica la política, han firmado un convenio para que ellos “aprendan a desestacionalizar el turismo como hemos hecho con los británicos y nosotros cómo atraer mejor a los rusos”.
La ciudad de Benidorm se promocionará a orillas del Volga, en las ciudades de Kazán y Samara, dos centros industriales punteros en Rusia. Invertirá más de 37.000 euros en promocionar su nombre por las calles de estas ciudades hasta abril, momento en el que los rusos comienzan a hacer sus reservas.
Donde ahora mismo más de uno está leyendo o escuchando el nombre de Benidorm es en el Reino Unido. “Los británicos reservan sus vacaciones en el primer trimestre del año”, explica Amor. “El nombre de Benidorm está ahora mismo en autobuses, taxis, radios, televisiones” y el verano promete. El operador Jet2Holidays comunicó durante la feria que mantiene los 63 vuelos previstos para este verano. Las reservas efectivas con respecto a 2012 han crecido un 18% por el momento. Y las reservas de paquetes turísticos un 41%. Otro operador turístico, TUI, va más lejos y augura una subida del 4% para el invierno del 2013-2014.
Los británicos gastaron 11.135 millones de euros en 2012. Alemanes y franceses suman 13.274 millones de gasto, lo que da una idea de la importancia singular de los británicos. En cuarto lugar de gasto están los nórdicos, con 5.054 millones de euros, otro objetivo que aparece claramente en el punto de mira de la Comunidad Valenciana por lo que dijo ayer el consejero Máximo Buch sin concretar operación alguna.
Quien sí concretó fue Amor. Benidorm se ha aliado con Ryanair, que ofrece la cuarta parte de los vuelos del aeropuerto alicantino de L'Altet (Elche). Organizarán viajes de medios desde la ciudad sueca de Gotemburgo e intentarán que “ el Gobierno central reduzca las tasas aeroportuarias en temporada baja", explicó Amor, "para que Ryanair mantenga en sus siete líneas con países nórdicos vuelos todo el año".
La aerolínea Norwegian, que aterrizo a más de 200.000 nórdicos en Alicante en 2012, abrirá en abril base en L' Altet con nueve rutas.
Hoy acaba Fitur. La consejería ha sacado pecho por toda su oferta turística a lo largo de la semana: acuerdos entre ciudades con AVE, encuestas de int</CS>ernet que ponen a los hoteles de la capital autonómica como “los mejores del mundo” y a la capital misma como “la tercera con mejor reputación en internet”, etc. El stand valenciano ha sido premiado por su diseño y la unificación de sus cinco marcas turísticas. Pero a juzgar por los datos trascendidos, todos compartirán el premio y Benidorm llenará la caja.
Incoherencias y roces
Un 40 % menos de presupuesto es motivo suficiente para que valencianos, castellonenses y alicantinos hayan ido a Fitur como una única oferta turística con muchas variantes, pese a que el 55 % de expositores fuera de la Costa Blanca. El presidente Alberto Fabra alabó la idea; su rival socialista, Ximo Puig, la aplaudió.
La reducción de presupuesto, sin embargo, también ha sido de espacio, un 33 %. Las cinco marcas turísticas (Castellón Mediterráneo, Valencia Terra i Mar, la Costa Blanca, Valencia Turismo y Benidorm) han estado muy juntas, tanto que surgieron roces. El presidente de la patronal hotelera Hosbec, Antonio Mayor, dijo “no entender” la propuesta de Fabra de crear delegaciones en el exterior que vendan la Comunidad cual “comerciales”, según el discurso del presidente. Especialmente después de haber finiquitado el Ivex y reducido un 85% la subvención a la patronal benidormí. Y añadió: “Sobran stands y ocurrencias en Fitur”.
La alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, llegó a colocar un cartel para diferenciar el expositor alicantino del resto, hasta que miembros de la Diputación de Alicante lo quitaron. Aún así, ayer mismo la presidenta provincial, Luis Pastor, dijo entender la reclamación alicantina de ser una marca como Valencia.
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