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CiU busca recomponer su maltrecha imagen social antes del 25-N

Mas propone ahora una renta garantizada de ciudadanía tras recortar la RMI

Miquel Noguer
El candidato de CiU a la presidencia de la Generalitat, Artur Mas, en Sabadell (Barcelona).
El candidato de CiU a la presidencia de la Generalitat, Artur Mas, en Sabadell (Barcelona).Toni Albir (EFE)

El Gobierno catalán ha dejado sin renta mínima de inserción a 9.000 de las 32.000 familias que recibían esta paga de 420 euros mensuales hace apenas un año y medio. El tijeretazo se ha solapado en el tiempo con un aumento de la precariedad, que ha dejado en situación de pobreza al 20% de la población catalana y a uno de cada cuatro niños en riesgo de exclusión social. El mensaje que ha predominado por parte del Gobierno de CiU los últimos meses hacia este colectivo han sido las acusaciones de fraude a algunos de los receptores de la renta mínima. En el intento de justificar los recortes en esta materia, el consejero de Empresa y Empleo, Francesc Xavier Mena, llegó acusar en sede parlamentaria a algunos de los receptores de esta renta de último recurso de malgastar la ayuda en telefonía móvil, televisión de pago o en autopistas de peaje.

Los nacionalistas catalanes han podido mantener este discurso en el tiempo gracias a que los resultados electorales de las elecciones generales del año pasado les fueron muy favorables y pudieron presentarlos como una reválida a sus recortes. Sin embargo, el equipo de campaña de Artur Mas ha detectado que la mayoría absoluta que persigue Convergència i Unió no será posible sin una cierta dosis de discurso social que acompañe la apuesta soberanista. Y en ello se volcó ayer el presidente catalán junto con el consejero de Bienestar en funciones, Josep Lluís Cleries.

Tras el tijeretazo en la renta mínima de inserción, Cleries anunció ayer que CiU estudiará la próxima legislatura una renta garantizada de ciudadanía para todas aquellas “unidades familiares” que no alcancen el indicador de renta de suficiencia, que se fija en unos 7.900 euros anuales. El Estatuto establece que esta renta de suficiencia se dirija tanto a familias como a personas individualmente, pero el consejero dijo que la actual situación económica obliga a limitarlo a las familias. Las entidades del tercer sector social llevan años solicitando la puesta en marcha de esta ayuda y partidos como Iniciativa per Catalunya tienen lista una proposición de ley para reclamarla en el Parlament nada más comenzar la próxima legislatura. Cleries no explicó en la entrevista que concedió a Europa Press cómo piensa financiar la nueva renta de ciudadanía. ICV quería pagarla con la reinstauración del impuesto de sucesiones.

La semana pasada, Mas se rodeó de profesionales de diversos sectores y antiguos militantes de la izquierda para presentar un manifiesto de carácter “progresista” que unía cierta reivindicación social con la demanda de un Estado propio. El manifiesto pedía “una sociedad catalana libre, socialmente justa y económicamente próspera”.

Mas siguió ayer esta estela asegurando que la mejora del bienestar social depende de la consecución del Estado catalán. Además, vinculó los desahucios a la permanencia de Cataluña en España. Recordando que el Parlament aprobó hace nueve meses una resolución en favor de la dación en pago y que esta fue remitida a las Cortes, Mas se lamentó de que ahora el asunto se pretenda resolver con un pacto PP-PSOE. Pero no solo esto, acusó a “Madrid” de ser un “tapón sistemático” para resolver problemas de este tipo. “Si nosotros hubiéramos tenido todas las capacidades legislativas, esta resolución se habría podido aprobar en el Parlament hace ocho o nueve meses”, concluyó.

Mas hizo ayer algunas breves referencias a los recortes sociales de su Gobierno durante un acto con entidades sociales en Manresa. Intentó justificar los ajustes sin provocar las iras de los presentes. De ahí que ensalzara el esfuerzo del personal de los servicios públicos recortados, por ejemplo los centros especiales de trabajo. “Cuando tienes menos debes priorizar”, dijo, en referencia a estos servicios. Y continuó hablando de la sanidad, donde se han producido recortes del 11% en dos años: “No tienen tantos recursos como tenían, es cierto; los profesionales tienen menos, es cierto; tienen condiciones laborales peores, es cierto. Pero saben qué está pasando y esto produce un esfuerzo”.

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Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

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