La Generalitat cree que puede proclamar Estado propio en su Parlamento

Cataluña parece abocada a un proceso electoral que debe confirmarse el martes en el debate de política general de la comunidad. Será entonces cuando el presidente catalán, Artur Mas, dibuje la vía que plantea para Cataluña tras el no del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, al pacto fiscal. Convergència i Unió (CiU) parte con casi todo a favor en las elecciones, por lo que la principal incógnita, más allá de la fecha de los comicios (se baraja el 25 de noviembre y el 2 de diciembre, sin descartar convocarlas en primavera), es qué oferta electoral planteará CiU, lanzada a proponer un “Estado propio” para Cataluña.

El portavoz de la Generalitat, Francesc Homs, no concretó la fecha electoral. Pero alertó este viernes, en la emisora Rac1, de que el Parlamento catalán tiene la facultad de iniciar el proceso independentista sin descartar la declaración unilateral de secesión. “¿Habrá referéndum en los próximos años?”, le preguntaron. “Es una posibilidad. Puede haber también una decisión en el Parlamento tras un proceso electoral”. “¿Declarando el Estado propio?”, le insistieron. “Por ejemplo”, citó Homs exponiendo los teóricos escenarios posibles.

CiU, de hecho, no ha estudiado por qué vía llevar a cabo su órdago soberanista. En el imaginario independentista, existen dos caminos para la secesión, todos sin encaje en el ordenamiento jurídico: un referéndum que requeriría de una alta participación y una victoria holgada del sí; o unas elecciones plebiscitarias en las que CiU se comprometa a proclamar el Estado propio desde el Parlamento, decisión que luego sería refrendada por una votación ciudadana. Fue la vía que tomó Kosovo, cuya independencia no reconoce España.

Pero CiU está lejos de esta disyuntiva. De momento, la discusión en la federación estriba en cómo articular el empuje secesionista de la Diada, que Mas ha capitalizado, dentro de un programa electoral que contente a los dos socios y no desinfle las expectativas generadas. La palabra independencia, tabú para los dirigentes de CiU, no figurará. Pero los dirigentes de Convergència ven claro que la expresión Estado propio, acuñada en el congreso de CDC, debe concretarse en el programa.

El socio minoritario, Unió, no lo ve tan claro, especialmente su líder, Josep Antoni Duran Lleida. El partido democristiano aceptó el pacto fiscal pero es reacio a mirar más allá. Como mucho, acepta una vía intermedia, las “estructuras de Estado” planteadas por Mas y que pasan por la creación de una agencia tributaria propia. Por ello Duran subrayó este viernes, en su mensaje semanal a la militancia de Unió, en el que volvió a arremeter contra el Rey —“ha perdido amigos en Cataluña con su carta”—, la importancia de apostar por la “soberanía fiscal”.

Duran lamentó que PP y PSOE se escuden en la Constitución para rechazar el pacto fiscal porque, dijo, cuando les conviene “se la pasan por el forro”. Duran pidió el apoyo de la ciudadanía, incluidos los empresarios, quienes, con diversos matices, reclaman el pacto fiscal pero alertan ante cualquier ruptura con su principal mercado, España.