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FOTOGRAFÍA

Memoria en imágenes

Jon Uriarte presenta en Getxophoto ‘Álbum’, su primera serie Un maniquí sin cabeza ‘transforma’ fotografias familiares

Jon Uriarte posa junto a una de las obras que expone en el Aula de Cultura de Algorta.
Jon Uriarte posa junto a una de las obras que expone en el Aula de Cultura de Algorta.FERNANDO DOMINGO-ALDAMA

Un maniquí sin cabeza, un estudio de fotografía y un joven estudiante de cine que en un acto de espontaneidad decidió prestarle su ropa al impasible muñeco sirvieron hace más de siete años como referencia estética para una colección compuesta por 40 imágenes y titulada Álbum.

Tras haberla expuesto en diversos centros y galerías de arte, su autor, Jon Uriarte (Hondarribia, 1979), presenta este mes de septiembre dentro del festival Getxophoto esa primera colección que realizó. Se trata de su muestra más personal, con el que además aprobó en 2005 el proyecto con que finalizó sus estudios.

Usándose como conejillo de indias y a partir de las imágenes que conforman su álbum familiar, Uriarte quiere ir conduciendo al público a una nueva dimensión visual: la del recuerdo sin rostro.

La gente piensa que mi infancia fue horrible. Nada más lejos de la realidad”, indica

Como en las memorias de Tolstoi, el fotógrafo divide su colección en tres capítulos, titulados Infancia, Adolescencia y Juventud. Las imágenes van trazando un recorrido a través de su propia vida, gracias a secuencias de celebraciones familiares, fotos colegiales o instantáneas tomadas junto a sus amigos. Todas ellas, explica su autor, “manteniendo una coherencia narrativa”.

Esa coherencia se ve contrapunteada desde el punto de vista del uso clásico de la fotografía. Pese a que las instantáneas muestran a personas en poses alegres y espontáneas, todas ellas cuentan con una peculiaridad: la imagen de un ser humano sin cabeza ni extremidades y con aspecto fantasmagórico. Se trata del propio Jon Uriarte.

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La colección fue realizada en 2005 tras más de 10 meses de intenso trabajo

“Has tenido una infancia horrible, te has sentido solo, eras invisible delante de los demás”, asegura el fotógrafo que le cuentan quienes ven sus imágenes. “Nada más lejos de la realidad”, aclara.

Más de 10 meses de intenso trabajo dieron forma a esta serie de imágenes que se escenifican desde un punto de vista “divertido e inquietante”, dos características que ha tratado de seguir manteniendo en sus obras posteriores.

El mundo digital estaba a punto de ensoñerarse de la fotografía cuando Uriarte realizó este trabajo. Ahora, siete años después, cuenta con una amplia trayectoria profesional que le ha llevado a Barcelona, Nueva York y Madrid, entre otras ciudades, para desarrollar su labor como fotoperiodista y fotógrafo en el campo de la moda y la publicidad.

“Me daba un poco de miedo la exposición, ya que estaba pensada para un libro, y colgarlo en paredes es otro mundo completamente diferente”, dice ahora. Y asegura sentirse satisfecho con el resultado final de la muestra, que hasta finales de mes estará expuesta en el Aula de Cultura de Algorta.

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