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Arranca la bienal de arte contemporáneo de A Coruña

Proliferan los collages, vídeos o instalaciones, tanto audiovisuales como no

Desde el vomitorio, de Santiago Talavera.
Desde el vomitorio, de Santiago Talavera.

Todo vale en la creación artística, todos los soportes, las técnicas, los materiales. Y como cada dos años, la muestra internacional de arte contemporáneo del museo de Gas Natural-Fenosa, inaugurada anoche en A Coruña, es buena prueba de ello. Vuelve a exhibir toda la versatilidad y el eclecticismo de las nuevas tendencias artísticas a través de 56 obras de creadores noveles, seleccionadas entre las casi 600 obras que se presentaron a este certamen. Proliferan los collages, vídeos o instalaciones, tanto audiovisuales como no. Aunque el jurado, a la hora de conceder los tres premios de este concurso, optó por técnicas más tradicionales, óleos y fotografía.

Santiago Talavera (Albacete, 1979) se hizo con el primer premio, dotado de 18.000 euros, de esta duodécima bienal de arte contemporáneo con una composición sobre papel de tres cuadros de gran formato, Desde el vomitorio, en el que predominan los tonos pasteles y artificiosos. El segundo galardón (12.000 euros) fue para el óleo sobre libros del joven vigués Olmo Cuña. El salamantino Javier Núñez Gasco ganó el tercer premio (8.000 euros) con su fotografía Retrato escénico.

El premio Julián Trincado, concedido por el Ayuntamiento coruñés, recayó en la ourensana Tamara Feijoo por su delicada témpera sobre papel impreso en Braille. Pese a que se enviaron obras de 37 países, solo siete de las seleccionadas son extranjeras. Todas las formas y colores se complementan en el recorrido por esta exposición, que permanecerá abierta hasta el 28 de octubre. Desde la sobriedad de la pintura metálica roja y dorada de Ted Soriano a los coloridos collages de gran tamaño de Iñaki Gracenea o Fernando Renes, este último con un muy humorístico patchwork que retrata desde una conversación entre amigos en Skype al árbol del siglo XXIII, if we still around (si seguimos por los alrededores). La crisis se cuela en obras como el Desahuciado de María Zambrana.

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