El TSJA ordena la demolición total de la biblioteca de Zaha Hadid en Sevilla
Los jueces desestiman las propuestas de la Universidad para salvar lo que ya se ha construido


Ni la estructura integrada en los jardines ni el aparcamiento subterráneo. La Sección Segunda de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha ordenado la demolición total de la biblioteca diseñada por la arquitecta iraquí Zaha Hadid que la Universidad de Sevilla construía en el Prado de San Sebastián. Los jueces instan a la Universidad derribar todo lo que se había levantado, en subterráneo y sobre rasante, y a devolver a los jardines el aspecto que tenían antes de que empezaran las obras, en agosto de 2008.
El TSJA no admite ninguna de las dos propuestas de ejecución de sentencia que presentó la Universidad, que pasaban por integrar en los jardines lo ya construido o reponer la zona verde, pero mantener el aparcamiento, con capacidad para 80 coches. “No tiene ningún sentido jurídico el mantenimiento de los aparcamientos subterráneos, pues son tan ilegales como la parte construida sobre rasante”, sostienen los jueces.
Los jueces dan un mes para que la US nombre al responsable de la demolición
La US se había agarrado a la posibilidad de no tener que demoler todo porque, a pesar de que este final parecía inevitable después de que el TSJA y el Supremo vetaran la biblioteca, los jueces no habían dado orden de derribar el edificio. Hasta hoy.
Lo que anuló el TSJA en junio de 2009 fueron las determinaciones sobre el parque del Prado de San Sebastián recogidas en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) aprobado en 2006, que reservaba un extremo de este espacio para equipamiento de uso educativo, pensando ya en la biblioteca. Los jueces aclaran ahora que la nulidad de la parte del PGOU que permitía el proyecto de Hadid “determina a su vez la nulidad de la licencia de obras y por ende la demolición de lo construido a su amparo”.
La licencia de obras la dio el Ayuntamiento de Sevilla por lo que, en teoría, es el responsable de que allí se empezara a construir. Pero la Universidad estaba tan convencida de que el proyecto saldría adelante, a pesar de la oposición de algunos vecinos, que firmó una cláusula por la que renunciaba a reclamar cualquier tipo de indemnización si alguno de los recursos interpuestos prosperaba. Así que ahora, en el peor momento económico, la US tiene que afrontar en solitario el derribo, que aunque no está cuantificado se prevé costosa debido a la complejidad del proyecto diseñado por Zaha Hadid. Antes, la Universidad tendrá que diseñar un plan de demolición y obtener la licencia.
El auto dictado por el TSJA admite recurso, pero un portavoz de la US señaló este miércoles que no van a recurrir. “Se acatará de forma inmediata y se procederá a la restitución de todo lo que había, de común acuerdo con el Ayuntamiento”. El TSJA da un mes para que informe tanto sobre el calendario con el que se pretende acometer la ejecución de la sentencia como sobre la identificación “de la autoridad o funcionario” responsable de la misma. Si el derribo se hace este año, la institución académica tendrá que descontar el dinero de otra partida porque los presupuestos para 2012 no contemplan la demolición de la obra. Antes de su paralización, la US había invertido ya más de cuatro millones en el proyecto, a los que hay que sumar más 100.000 euros al año en vigilancia y mantenimiento desde que se detuvieron los trabajos y la indemnización que, posiblemente, reclamará la empresa Ferrovial, que el rector de la US, Antonio Ramírez Arellano, llegó a cifrar entre tres y seis millones de euros.
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