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Ander juega su última carta

La Audiencia de Gipuzkoa celebrará mañana la vista de apelación

Ander E., a su llegada a una de las sesiones del juicio.
Ander E., a su llegada a una de las sesiones del juicio.JESÚS URIARTE

Cuando Ander E., el joven de 18 años, acusado de asesinar a Amaia Azkue, la vecina de Zarautz de 39 años cuyo cadáver fue hallado maniatado en marzo de 2011 en el embalse de Azpeitia, fue condenado hace un mes a 10 años de internamiento en régimen cerrado y cinco más de libertad vigilada, ya sabía que la decisión inmediata de sus abogados sería recurrirla.

La mañana del 13 de abril su abogado, Joanes Labayen registraba el recurso contra la sentencia. El letrado argumentaba que se habían vulnerado los derechos del joven y que la cadena de custodia de las pruebas se había roto, además de ser incompletas. La acusación particular, que representa a la familía de Azkue, y la fiscalía presentaron la semana pasada sus respectivos escritos. Mañana, lunes, las partes volverán a verse las caras en la Audiencia de Gipuzkoa en la vista de apelación. “Es la última carta que le queda a Ander”, sostienen fuentes jurídicas.

La sesión se celebrará, como el juicio, a puerta cerrada. En principio, no se permitirá el acceso a los medios de comunicación. La parte recurrente (la defensa del condenado) expondrá primero sus argumentos, en los que cuestionará la sentencia condenatoria del Ander E. donsotiarra, para posteriormente dar paso a la Fiscalía y la acusación particular, que pedirán la confirmación del fallo.

Durante la vista oral, que concluyó el 20 de marzo pasado, testificaron 69 personas y se presentaron seis informes periciales. La sentencia condenó a Ander E. por los delitos de asesinato, robo con intimidación, sustracción de vehículo a motor y contra la seguridad vial, al haber conducido el coche de la víctima sin tener carné. Además deberá permanecer alejado durante cinco años de la familia de la víctima en Getaria, Zarautz y Orio y pagar una indemnización de 922.000 euros a los deudos de Amaia Azkue.

La Audiencia hará público su fallo previsiblemente en los próximos días

El fallo admite el robo como móvil de un crimen que el joven cometió con una piedra, con la que, según la autopsia practicada por el Instituto de Medicina Legal, la mañana del 16 de marzo de 2011 golpeó a Azkue en la cabeza entre tres y cinco veces hasta fracturar su cráneo.

El informe elaborado por la Unidad de la Policía Científica de la Ertzaintza y las declaraciones en la vista oral de los investigadores se convirtieron en una pieza clave para demostrar la autoría del crimen. Los restos de ADN y las huellas dactilares de Ander coincidían con lo encontrado en la zona, algo que, según la defensa, no bastaría para concluir que fue el autor material del crimen.

El relato de los hechos esgrimidos por la fiscalía y la acusación particular durante el juicio señaló que la víctima recogió al acusado en su coche en Zarautz para trasladarlo hasta Azpeitia. Durante el viaje, el joven le amenazó y sustrajo diversos objetos personales; luego acabó con su vida a golpes.

Fuentes jurídicas apuntan que la Audiencia podría dar a conocer su sentencia en los próximos días. “Es una prioridad, dada la repercusión mediática del caso, y en 10 días da tiempo de sobra a revisar las apelaciones y poner fin a la causa”, indican dichas fuentes.

El próximo 17 de mayo expira el plazo de nueve meses que Ander E., actualmente internado en el centro de menores de Zumarraga —cuando cometió el crimen por el que ha sido condenao tenía 17 años— puede estar privado de libertad de manera provisional.

Por delante se abren dos escenarios posibles. Si la sentencia se conoce antes de esa fecha y ratifica la condena, la defensa podría todavía recurrirla ante el Tribunal Supremo, a través de la fórmula de un recurso de casación por unidad de doctrina legal. “Es muy difícil que prospere. Tendría que estar muy bien fundamentada en jurisprudencia y en casos de menores resulta muy poco común”, explican fuentes jurídicas. La presentación del recurso, eso sí, no suspendería que el joven comenzase a cumplir condena en el citado centro de menores guipuzcoano.

Si la Audiencia se demora en su fallo, Ander E. debería ser puesto en libertad provisional cumpliendo lo que establece la Ley del Menor. Ni la fiscalía ni la acusación particular han estudiado todavía si pedirían n esa caso la adopción de medidas cautelares. Al no existir un previsible riesgo de fuga, esas medidas pasarían de forma principal por articular una libertad vigilada, obligando, por ejemplo, al joven a comparecer cada semana ante un educador para evaluar qué está haciendo en su día a día. La ley no concreta qué debe hacerse en estos casos, por lo que sería la juez de Menores la que debería determinar las medidas previa consulta al equipo técnico del tribunal.

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