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Dos niñas se niegan a ir a EE UU con su madre pese a la orden de un juez

La Audiencia da la custodia a la mujer, acusada de llevarse a las menores ilegalmente El fallo judicial data de 2011 y queda suspendido

Las dos menores, junto a su padre, en los juzgados de Valls.
Las dos menores, junto a su padre, en los juzgados de Valls.JOSEP LLUIS SELLART

Dos niñas de 12 y 14 años de Tarragona se niegan a trasladarse a vivir a Estados Unidos con su madre, en contra de lo que establece una sentencia que otorga a la progenitora la guardia y custodia de las menores. Tras una larga batalla judicial en los juzgados de Estados Unidos y Valls (Alt Camp, Tarragona), el padre debía entregar este martes las niñas a la madre, pero estas se opusieron en la misma sede judicial. La titular del juzgado de instrucción 1 de Valls ha decidido no ejecutar la sentencia. “Se ha tenido que suspender hasta nueva fecha por la situación emocional de las menores y los momentos de tensión vividos en el juzgado”, ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).

Las dos niñas, según han confesado, quieren seguir viviendo con el padre, Quico Iborra, en la Vall de l’Arrabassada. Este es el enésimo capítulo de la historia que enfrenta desde hace casi tres años a un matrimonio divorciado en 2006 y, sobre todo, a sus dos hijas. Iborra incluso cruzó el Océano Atlántico hace dos años para localizar a las niñas porque la madre se las había llevado sin consentimiento paterno a Estados Unidos aprovechando un error judicial: el juzgado no transmitió a la policía la prohibición de salir de España de las menores y la orden “se archivó por un error debido a la sobrecarga de trabajo”, según admitió hace un año el Consejo General del Poder Judicial. La progenitora, Luciane Almeida, brasileña de nacimiento pero también con nacionalidad española, se casó de nuevo en Estados Unidos con un pastor evangélico, según explicaron este martes los abuelos paternos.

La  ejecución de la sentencia,

El 30 de julio de 2010, el juzgado de Valls acordó otorgar la guardia y custodia de las dos niñas al padre, pero la madre recorrió la decisión ante la Audiencia Provincial de Tarragona. Este último organismo, el 25 de noviembre del año pasado, estimó el recurso de Almeida, dejó sin efecto la resolución del juzgado de Valls y devolvió la custodia a la progenitora. Almeida llegó el lunes a España para recuperar a sus hijas, pero fue detenida en el aeropuerto de Barcelona-El Prat. Sobre ella pesaba una orden de arresto por desobediencia a la autoridad y sustracción de menores, vigente desde que se llevó a las menores a EEUU.

La madre entró este martes en los juzgados de Valls discretamente poco antes de las diez de la mañana. Las niñas y el padre, con los abuelos paternos, lo hicieron minutos después. Las menores estaban visiblemente afectadas.

El matrimonio se separó
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La pequeña quería leer ante los medios una carta dirigida a su madre, pero el llanto se lo impidió. “Mamá, no queremos ir contigo. Por favor, haznos caso. Tú siempre has dicho que querías lo mejor para nosotras, pues deja que nos quedemos aquí”, decía la carta, leída al final por Iborra.

 Minutos después, la expareja protagonizó una fuerte discusión dentro de los juzgados. Los padres se cruzaron graves acusaciones en presencia de las niñas, que no podían parar de llorar. Iborra incluso dio puñetazos en las puertas, explicaron algunos testigos. “Llevo trabajando aquí 35 años y nunca había visto nada igual, es un caso muy delicado”, dijo una funcionaria.

La tensión fue tal, que los guardias cerraron las puertas del edificio y se desplazaron hasta allí varias patrullas de los Mossos d’Esquadra y la policía local, además de una ambulancia del Sistema de Emergencias Médicas (SEM). Poco antes del mediodía, el padre salía de nuevo acompañado de sus hijas y su abogada. “Ha sido imposible ejecutar la sentencia porque las niñas se niegan a ir físicamente con su madre, ahora, no sé qué pasará”, explicó Iborra.

Almeida y su abogada se negaron a realizar declaraciones. La custodia, por el momento, la sigue teniendo la madre, pero las niñas viven con el padre en Tarragona. La ejecución de la sentencia fue pospuesta a una nueva fecha, que este martes el TSJC no ha concretado.

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