El Consell bloquea 400 plazas para dependientes en Castellón

La Consejería de Bienestar Social mantiene bloqueadas cerca de 400 plazas destinadas a discapacitados y dependientes en el centro de día de Gran Vía y el ocupacional de Penyeta Roja, en Castellón, y el de mayores de Burriana. Los tres están acabados desde hace meses, incluso años, pero ninguno de ellos se ha puesto en marcha. La consejería justifica este hecho en que, según los casos, las instalaciones se encuentran en reprogramación, reajuste o tramitación.

El coste total de ejecución de estos tres proyectos sobrepasa los 10 millones de euros, que han sido financiados no solo por la Generalitat sino también por la Diputación de Castellón, el Gobierno central y los Ayuntamientos. Estas inversiones, en algunos casos, se han materializado en sofás, camas, aparatos de gimnasia pasiva, televisiones y electrodomésticos. Pese a ello no está previsto que abran sus puertas hasta el año próximo.

El Consell justifica el retraso por las modificaciones que han sufrido los proyectos durante su ejecución. Sin embargo, tanto el PSPV como fuentes cercanas a los futuros usuarios aseguran que el problema real es que la consejería no cuenta con el dinero suficiente para licitar la gestión de los centros ya acabados.

La Generalitat tiene otros dos centros pendientes de apertura. Uno, destinado a mayores, construido en Vila-real y acabado desde hace ocho meses, y otro en L'Alcora que, ante la inactividad de Bienestar Social, el Ayuntamiento quiere reconvertir en unidad de respiro para enfermos de alzhéimer. A todos ellos se une otro, en Vall d'Alba, ejecutado por la Diputación de Castellón.La Diputación de Castellón prometió a la asociación de padres y madres de alumnos del centro de educación especial Penyeta Roja que construiría otro centro para que, tras el colegio, tuvieran un espacio en el que realizar una actividad de terapia ocupacional para estos disminuidos psíquicos que no pueden integrarse en el mercado de trabajo.

Con esta promesa se construyó el centro ocupacional de Penyeta Roja, con 80 plazas, talleres, gimnasio, cocina, comedor despachos y aseos. El centro ocupacional se anunció en 2005 pero las obras no empezaron hasta el año 2007. Su coste, más de dos millones de euros, fue financiado por la Diputación (70%) y la Generalitat (30%). Desde enero de 2009 el centro está acabado pero aún permanece cerrado y, según fuentes de la Consejería de Bienestar Social, las modificaciones que se realizaron durante su ejecución han sido el motivo por el que la apertura se ha demorado.

El caso es que el Consell aún no ha licitado la gestión del centro. Y mientras, según explicó ayer la secretaria de políticas sociales del PSPV de Castellón, Rosa Marco, la solución que la diputación ofrece a los padres es que acudan al centro de una asociación privada y paguen al mes 200 euros, "cuando si el centro de Penyeta estuviera en funcionamiento solo pagarían 40 euros mensuales". El Consell alega que las modificaciones del proyecto han obligado a reajustes y fecha en 2011 la fecha de apertura.

La denuncia del bloqueo al que la Generalitat tiene sometidos varios centros para discapacitados y dependientes de Castellón partió del secretario general del PSPV castellonense, Francesc Colomer. La primera reclamación fue la de la apertura del centro de día Gran Vía de la capital de La Plana, acabado hace un año y medio, dotado con 262 plazas y destinado a enfermos de alzhéimer y enfermos mentales o de daño cerebral sobrevenido. La Generalitat alegó que aún están pendientes la adjudicación del mobiliario y la gestión, con lo que la apertura se retrasa a 2011.

En una situación semejante se encuentra el centro de día de Burriana, aunque en este caso la Generalitat admite que el centro está completamente dotado. "El expediente para la licitación de la gestión está avanzado", indicaron fuentes de la Administración autonómica, que vaticinaron su apertura para 2011.

En el caso de las viviendas tuteladas de Vall d?Alba, cuya gestión no depende de la Generalitat, la apertura de esta infraestructura, acabada en 2006 y en la que se invirtieron 400.000 euros, sigue sin tener fecha.