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Móviles ‘tontos’ para quienes quieran desengancharse del trabajo

Una empresa suiza presenta un teléfono que sólo hace llamadas. El mercado de los 'móviles básicos' movió el pasado año 7.000 millones de dolares

José Mendiola Zuriarrain

Un pitido, otro, y otro más… Vivimos esclavos del móvil y a medida que aumenta el número de aplicaciones con distintos servicios, crece el número de avisos y alertas en el dispositivo. Esto lo descubrimos con toda su crudeza cuando nos olvidamos el móvil en casa o en nuestro destino no hay cobertura: de pronto recuperamos la paz. Es precisamente en este aislamiento donde unos emprendedores suizos han encontrado un nicho de mercado presentando un móvil que sirve para hacer llamadas y poco más. Una opción alternativa y que podría parecer casi suicida en un mundo cada vez más conectado, pero su fundador, Petter Neby, ve una oportunidad de negocio entre un nicho de usuarios que comienzan a ver el móvil más como un problema que una fuente de soluciones.

MP01 es el primer móvil de Punkt, la empresa fundada por este suizo y que reivindica el origen de la utilidad de cada producto. Es decir, si un despertador tiene que despertar a su usuario, que haga sólo eso y que lo haga bien ¿Un móvil? Nació para facilitar que las personas hablaran entre ellas desde cualquier lugar así que debe ser capaz de hacer eso con nota, pero nada más. Se trata de un móvil que no superaría ninguna reunión de producto en una empresa: carece de pantalla táctil, carece de teclado, no se pueden instalar aplicaciones, y de hecho, sólo sirve para hacer llamadas.

Su fundador, Petter Neby, ve una oportunidad de negocio entre un nicho de usuarios que comienzan a ver el móvil más como un problema que una fuente de soluciones

En realidad, hay trampa: el MP01 no ha nacido para convertirse en el móvil principal del usuario, sino en un segundo móvil al que recurrir cuando uno termine la jornada laboral. En lugar de decir “lo pongo en modo avión” o “no atiendo a temas de trabajo” cuando llega el esperado fin de semana, la idea es que el usuario apague su smartphone y recurra a la simpleza extrema de este dispositivo. ¿Qué tiene de especial? En realidad, en donde destaca es en sus carencias: sólo sirve para hacer llamadas y de hecho, por no tener, no tiene ni pantalla en color. El MP01 resucita los botones numéricos físicos (idóneos para marcar los números de teléfono) y quien se aventure a enviar un SMS deberá acostumbrarse al mítico teclado T9 (el que emplea grupos de caracteres ‘abc’). Pero tanta carencia tiene que tener también sus ventajas: el móvil se debe cargar “de cuándo en cuándo”, o más o menos un par de veces al mes.

‘Premium’ en diseño

¿Es posible que un móvil tan básico hoy en día tenga su mercado? Lo tiene. Desde Punkt  instan a leer un reciente estudio publicado en el diario Financial Times en el que se destaca que los móviles tontos’(aquellos que sólo sirven para llamar) están volviendo a vivir una época dorada ante un hartazgo generalizado de la tiranía de las notificaciones del smartphone. Y el asunto no es baladí: consultamos la pantalla del móvil una media de 150 veces al día ¿cuánto tiempo perdemos en ello? Marcia Caines, responsable de comunicación de la compañía, confirma a EL PAÍS que este nicho de usuarios hartos de los smartphones movió en 2015 7.000 millones de dólares.

El móvil se carga solo un par de veces al mes

Hay mercado y ahora también producto ¿Cómo se explica entonces que un móvil tan básico cueste 295 euros? Conviene recordar que tan solo cuenta con una pantalla monocromo y las teclas para hacer las llamadas, poco más que los célebres StarTAC con los que los más veteranos se iniciaron en el mundo de la telefonía. La empresa justifica este precio por varios motivos: se trata de un móvil, pese a lo básico, premium, y que lleva la firma del reputado diseñador británico Jasper Morrison. Por otro lado, el terminal emplea materiales que le confieren “una gran durabilidad” y por otro lado, pese a lo parco de prestaciones, tampoco se ha escatimado en costes en lo que toca a los componentes internos. Pero hay otro elemento definitivo, como las economías de escala: “El MP 01 es un dispositivo de comunicación único”, explica Caines, “se produce en pequeños lotes”. El terminal, en definitiva, se dirige a un mercado elitista que está dispuesto a pagar un extra por un codiciado aislamiento.

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Sobre la firma

José Mendiola Zuriarrain
Es colaborador en la sección de Tecnología de EL PAíS. Licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad de Deusto, escribe desde 2007 sobre nuevas tendencias y tecnología.

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