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“Tu app debe ser rápida, sencilla y que despierte confianza”

Brian Acton y Mike Krieger, cofundadores de las aplicaciones compradas por Facebook WhatsApp e Instagram, explican las claves de su éxito y planes de futuro durante F8

Mark Zuckerberg compró WhatsApp e Instagram.
Mark Zuckerberg compró WhatsApp e Instagram.Josh Edelson (AFP)

Mark Zuckerberg lo dejó claro en la sesión de apertura: Facebook ya no es solo una red social, es un universo de aplicaciones. La mayoría de sus creaciones están entre las más descargadas en todo el mundo. Aunque la compañía nació en el monitor del ordenador, el móvil es su espacio natural. Para llegar a este punto, Facebook tuvo que dar dos toques de atención importantes, dos compras sonadas, que se han convertido en las joyas de la corona: primero Instagram, por 1.000 millones de dólares y solo 14 empleados. Hace un año, WhatsApp, con menos de 50, se vendió por 17.000 millones de dólares. En ambos casos se daban algunas coincidencias: nacieron como aplicaciones móviles, están a punto de cumplir cinco años, tienen una finalidad muy clara y una pronunciada curva de crecimiento. WhatsApp, en su primer mes de existencia, en 2009, consiguió su primer millón de usuarios activos.

Brian Acton, cofundador de la aplicación y mensajería, y Mike Krieger, compartieron ideas e impresiones ayer con Mary Meeker, una inversora de capital riesgo reconocida por sus análisis anuales durante F8, la conferencia anual de desarrolladores de Facebook. Casi nadie acierta tanto como ella. Casi nadie tiene, tras aumentar de manera notable su cuenta corriente, acceso a sus palabras.

Lo nuestro era tirar fotos rápido y poner un filtro. Sin complicaciones

A ambos les preguntó qué les había aportado pasar a ser parte del conglomerado de Facebook, una opción polémica, pero también natural. Cuando una empresa crece en Silicon Valley solo tiene dos opciones: venderse o salir a bolsa.

Acton, antiguo empleado de Yahoo!, donde conoció a Jan Koum, el otro cofundador, reconoció carencias previas a contar con el apoyo del gigante de Menlo Park: “Descuidamos algunos aspectos. Lo importante era centrarse en el producto, claro, pero ahora tenemos más facilidad para atraer talento, también mejor infraestructura. Las cuestiones como el márketing, por ejemplo, no son lo nuestro. Con Facebook estamos a punto de llegar a mil millones de usuarios”. Krieger, por su parte, dijo que la red social les habían ayudado a entender otras plataformas más allá de iOS, el formato único e inicial para el que nació Instagram.

Cuando se caía el servicio era un drama. Si confían en ti, esperan que funcione siempre

Varios desarrolladores presentes en la conferencia les pidieron consejo. La respuesta fue convergente. “A nosotros nos decían de todo, nos pedían muchas cosas y nos daban consejos, pero no, no perdimos el foco. Lo nuestro era tirar fotos rápido y poner un filtro. Sin complicaciones”, confesó Frieger. “Rápido, sencillo y que despierte confianza. Esa era nuestra obsesión. Cuando se caía el servicio era un drama. Si confían en ti, esperan que funcione siempre”, dijo el responsable técnico de

Tanto en el caso de Instagram como en el de WhatsApp, la mayor parte de los usuarios está fuera de Estados Unidos. Ese fue un motivo de peso para que Facebook se fijase en ellos, servían de llave en mercados nuevos. Krieger explicó que el 70% del tráfico de la aplicación de fotografía es de fuera de EE UU, pero que la creación de móviles Android con procesadores más potentes ha sido otro de los factores que ha empujado su expansión.

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Acton reconoció la importancia de la internacionalización: “Es cierto que tuvimos una gran dosis de suerte, pero también que nacimos pensando romper fronteras, en ser internacionales. A las pocas semanas estuvimos en español, italiano, francés y alemán, además de inglés. Después fuimos sumando más”. Su siguiente obsesión fue la seguridad, de la mano de la privacidad. Hubo una clara referencia a Telegram, aunque no pronunció el nombre: “Tardamos, pero nos lo pedía el mercado, nuestros competidores ya tenían encriptación punto a punto, así que fue la opción que adoptamos”.

David Marcus, responsable del Messenger de Facebook, expuso por qué Facebook ha puesto su mirada con tanto interés en la mensajería: “En América Latina es algo fascinante. Se usa mucho más que aquí, con más frecuencia”. Acton abundó en la idea de que la mensajería no es una moda temporal: “No va a desaparecer en cinco años. Al contrario, antes se consideraba de mala educación consultar el móvil y ahora se acepta con normalidad, porque es la manera de tener cerca a los que están lejos. Es algo interactivo”.

La moderadora, con tono provocador, les retó a desmontar una teoría que sostiene que dentro de cinco años solo habrá una aplicación llamada ‘WhatsInstaMessage’. Acton se mostró rotundo: “Soy un purista de la experiencia de usuario, eso no ocurrirá nunca. Y tampoco nos vamos a abrir a otras aplicaciones. Nuestro foco es crecer. Tengo un mantra: sencillo, sencillo, sencillo”. Krieger fue igual de tajante: “Si me tuviera que tatuar algo sería ‘haz primero lo sencillo’”. Ambas aplicaciones están en Facebook, son de su propiedad, pero se niegan a perder las señas de identidad.

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