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CENA CON... ÁLVARO PORTELA | EMPRESARIO

“Emprender por emprender no funciona”

Hijo y nieto de empresarios, este joven de 29 años ha creado una tienda 'online' y una revista dedicada al diseño y la decoración

Álvaro Portela.
Álvaro Portela.santi burgos

Su destino le persigue. Hijo y nieto de empresarios, tras acabar la carrera de Ingeniería Informática en la Complutense, Álvaro Portela, fundador y CEO de Triitme, se marchó a EE UU y trabajó en varias startups. La experiencia le sirvió ante todo para saber lo que quería hacer en la vida: montar su propio negocio. Como su padre y como su abuelo. ¿De qué? Eso era lo de menos. “Volví con una lista larguísima de ideas”, cuenta este joven de 29 años. Y una vez más intervino el destino: coincidió con una amiga de toda la vida, Betty Lepina, licenciada en Administración de Empresas y con una larga tradición familiar en el mundo del diseño y la decoración. Con su ayuda creó una tienda online y una revista dedicada a ese campo.

Quedamos a cenar en Magasand. Lo escoge Álvaro. Es un local moderno, cercano a la madrileña Puerta de Alcalá, con mesas corridas de madera y cierto estilo nórdico. Un largo estante lleno de revistas de diseño internacionales, que están a disposición de los clientes, recorre el establecimiento. El emprendedor es cliente habitual, por eso es el que pide. Hace una selección sana y rica, con remolacha, pollo, zanahoria...

“Montar una tienda en Internet de objetos de diseño era una de las opciones de mi lista, y cuando me encontré con Betty no tuve dudas”, recuerda. “Siempre me ha gustado el diseño, lo he vivido en casa, que estaba bien decorada, con muebles emblemáticos. Hay que emprender sobre algo que te guste y que te sea familiar. Además, Betty sabía cómo montar un negocio, y yo, tras mi experiencia en Nueva York, cómo buscar financiación de alguien que se implicara y aportara su experiencia, que tutorizara el proyecto de alguna manera”, explica. Montaron un plan de negocio a tres años y lograron medio millón de euros.

Magasand. Madrid

• Gazpacho de remolacha: 5,3 euros .

• Sándwich ‘no manches’: 5,6.

• Ensalada de la señora: 4,6 .

• Tarta de zanahoria: 3,6 .

• Dos refrescos: 3,8.

• Total: 22,9 euros.

“Emprender te tiene que gustar, es duro, tienes mucha presión y gente que depende de ti. No creo que emprender por emprender funcione”. ¿Y por qué Triitme sí funciona? “Porque hay un mercado real de compradores y en España no hay ninguna tienda de este tipo que venda a toda Europa. Aunque en otros países europeos sí. Y el hecho de que las haya es prueba de que hay negocio”.

Pero en tiempos de crisis, comprar diseño no parece una prioridad. “Nuestro cliente es de clase media o alta y en lugar de gastarse el dinero en otros caprichos, como en cervezas, le apetece tener algo bonito en casa. Comprar diseño es comprar belleza, calidad y durabilidad. Además, nuestros precios no son muy altos, la mayoría de las cosas están hechas por gente joven que empieza”. En Triitme (que viene del inglés treat me, regálame) hay productos hechos en Europa de 30 a 1.000 euros, aunque el precio medio es de unos 150 euros. “Vendemos la marca Europa”.

Tienen desde fundas de iPad polacas a cascos de música rumanos o cuencos de cristal soplados a mano hechos en Letonia. La tienda abrió en enero, tiene ocho empleados y ha logrado 5.000 seguidores en Facebook, unas 10.000 visitas mensuales a la web y 6.000 suscriptores a la revista. ¿Y los beneficios, para cuándo? “Hemos logrado cubrir gastos, vamos bien, poco a poco”.

¿Y por qué montar a la vez una revista de diseño? “Porque mucha gente quiere saber lo que compra, y si publicas buenos reportajes es más fácil convencerles de que compren”. Recientemente Triitme participó en dos instalaciones de la feria Decoraccion, que se celebró en el barrio madrileño de Las Letras.

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