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XXVI Semana Monográfica de la educación

La escuela colombiana se reinventa a golpe de ratón

La XXVI Semana Monográfica de la Educación analiza los mecanismos de los países en desarrollo para superar la brecha digital

"La educación allana el camino hacia la prosperidad", ha afirmado con convicción la directora ejecutiva de Computadores para educar, Martha Patricia Castellanos, en la segunda jornada de la XXVI Semana Monográfica de la Educación que Fundación Santillana dedica este año a los retos docentes planteados por la sociedad digital. Castellanos encabeza el programa TIC que ha implementado el gobierno colombiano para tratar de salvar la brecha digital y se aleja de los descreídos con un mensaje claro: "Muchos países latinoamericanos han logrado dar el gran salto desde el subdesarrollo a la emergencia gracias al esfuerzo de sus escuelas por cambiar y nosotros queremos ser los más aventajados de esa lista".

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La mayor parte de los países avanzados ha confiado en la tecnología como un catalizador para el cambio educativo y para el desarrollo de nuevos roles pedagógicos, pero el desafío es aún mayor para aquellas naciones que carecen de una adecuada red de infraestructuras. "La aplicación del principio 'un ordenador por cada niño' está a años luz de nuestro presupuesto. No podemos permitirnos los 2.400 millones de euros que costaría, así que hemos procurado ser imaginativos para no quedarnos atrás", relata la directora ejecutiva de Computadores para educar.

La alternativa que encontraron fue reprogramar ordenadores donados por particulares e instalarlos en escuelas públicas. Esta iniciativa ha servido para acercar las nuevas tecnologías a 26.000 centros docentes de los 50.000 que componen el sistema educativo colombiano, pero aún quedan más de 1.500.000 alumnos que nunca han utilizado una computadora. El objetivo para el próximo año es lograr que haya un equipo informático por cada 18 estudiantes, a pesar de las limitaciones que supone este modelo. "La escasez de recursos obliga a los chicos a compartirlos y mentalizarse de que la tecnología no es un juguete", explica Castellanos, que también ha previsto soluciones para un clima adverso.

Las escuelas rurales que se encuentran en zonas selváticas no pueden acceder a Interned o la conexión se les cae constantemente, de manera que los profesores han aprendido a usar los ordenadores como herramienta, sin depender de la Red. "Un centro educativo creó un software de simulación cría de la mojarra para aumentar la producción local de este pescado. El programa registra los niveles de salinización y la calidad del agua para que los alumnos analicen después la influencia que tienen estas variables en el desarrollo de las crias", cita como ejemplo de las posibilidades que ofrecen las TIC.

"La mayoría de los propietarios colombianos de pequeñas y medianas empresas respondieron a una encuesta gubernamental que no utilizaban Internet en sus negocios porque les parecía caro y poco útil. No repararon en la reducción de costos, de papel, de transporte y de emisiones de carbono que la que se beneficiarían con la venta en línea. Esto nos hizo ver que había que formar a la sociedad sobre las bondades de las TIC", cuenta la directora ejecutiva de Computadores para educar. Los primeros en recibir estos cursos de adaptación a las nuevas tecnologías han sido los profesores, mediante el programa ¡A qué te cojo, ratón!. "Ellos son las espoletas del cambio", apunta Castellanos.

Computadores para educar ya está viendo sus primeros resultados. El gobierno colombiano calcula que el programa ha aumentado un 5,1% las posibilidades de ingreso en la educación superior y ha reducido un 4% de la deserción escolar en las zonas rurales en un sistema educativo que recoge un 54% de abandono escolar.

La tecnología es clave, pero, según los expertos, no puede sustituir a los docentes. Tampoco, de momento a los libros.
La tecnología es clave, pero, según los expertos, no puede sustituir a los docentes. Tampoco, de momento a los libros.MIKE KEMP (GETTY IMAGES)

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