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Uno de los fallecidos por el brote de legionela en Madrid es el suegro de Esperanza Aguirre

Ignacio Fernando Ramírez de Haro, de 92 años, falleció el domingo pasado.- Dos nuevos casos elevan el número de afectados a 31

HEBER LONGÁS/ EL PAÍS

El suegro de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, es uno de los dos fallecidos que ha dejado el brote de legionelosis que afecta al centro de Madrid desde hace 10 días. Ignacio Fernando Ramírez de Haro, de 92 años, murió el domingo por la tarde en el hospital Fundación Jiménez Díaz, según han confirmado fuentes sanitarias. Padecía problemas respiratorios graves antes de ser contagiado por la bacteria.

El otro fallecido, un hombre de 55 años, también presentaba una patología respiratoria grave de base, según informó la Consejería de Sanidad el sábado pasado. Sobre el segundo fallecido sólo se había dado el dato de que era un hombre mayor de 90 años. El consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty, ha confirmado esta mañana otros dos contagios, lo que eleva el número de afectados por el brote de legionelosis a 31 personas.

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Por otro lado, dos nuevos casos de legionela elevan a 31 las personas infectadas por el brote de esta enfermedad en Madrid, dos de ellas han fallecido (un hombre con problemas respiratorios graves y un nonagenario) y 20 permanecen ingresadas, cinco en la Unidad de Cuidados Intensivos, y otras nueve han sido dadas de alta, según los últimos datos hechos públicos hoy por el consejero de Sanidad, Javier Fernández Lasquetty, en una rueda de prensa. Cuando se cumple una semana desde que declaró el brote y se puso en marcha el protocolo de control de la legionelosis de la Comunidad de Madrid, el foco sigue sin estar localizado. Un equipo de 33 inspectores de Sanidad siguen buscándolo en los distritos de Centro y Retiro tras revisar 231 instalaciones de refrigeración. Se trata del brote más grave en la región desde 1996.

El Servicio de Epidemiología ha cruzado la información proporcionada por los afectados en busca de puntos en común. Sanidad no quiere precisar dónde está buscando, pero uno de los focos de atención es el barrio de Ibiza, en el distrito de Retiro. Se ha revisado a fondo el sistema de refrigeración del Gregorio Marañón, el hospital donde se contagió un paciente que llevaba casi un mes ingresado (y que, por tanto, no pudo contagiarse en la calle). Y el jueves los inspectores de Sanidad tomaron muestras en la Fábrica de Moneda y Timbre, a apenas 300 metros del hospital.

Una torre de refrigeración del edificio de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, situado en Jorge Juan con Doctor Esquerdo, fue colonizada por una cepa de legionela en 2002. Actualmente, el edificio pasa dos análisis mensuales, pese a que la legislación solo obliga a realizar uno. Según señaló una portavoz ayer, no se habían encontrado anomalías. El jueves pasado, un día después de que Sanidad pusiera en marcha el protocolo de control y vigilancia de la legionelosis por el brote, sus inspectores revisaron el edificio y tomaron muestras de agua. Los resultados del análisis aún pueden tardar una semana.

Centrados en las torres de refrigeración

La investigación de Sanidad se está limitando, de momento, a las torres de refrigeración. Algo que ayer critició la Asociación Nacional de Empresas de Frío y Refrigeración (Anefryc), que emitió un comunicado en el que "exige" que se comprueben todas las instalaciones de riesgo, incluidas las duchas de piscinas y gimnasios y los spas. La asociación recordó que la bacteria puede alojarse en lugares con una concentración de agua a determinada temperatura (entre 30 y 40 grados) y señaló que, para que colonice una instalación, tiene que haber llegado a través del agua de red. "Esta también ha de revisarse", afirmó.

"Es absolutamente imposible que una torre de refrigeración en Centro o Retiro sea el foco", aseguró categórico el portavoz de Anefryc, Javier Vaquero. "Están absolutamente controladas y censadas". Las torres pasan un control una vez al mes y se limpian dos veces al año, más otra que se realiza cuando han estado mucho tiempo sin funcionar. Es lo que sucede a principios de verano, cuando las temperaturas empiezan a subir. Vaquero recordó que ahora la mayoría de torres "ya están paradas". "Así que aún es mucho más ilógico que el brote proceda de una de ellas".

La Asociación Nacional de Empresas de Control de Plagas (Anecpla) se sumó a los comunicados para "reclamar" a los propietarios y usuarios de instalaciones con riesgo de dispersión de legionela que cumplan la legislación. Es decir, que los hay que la incumplen, señaló una portavoz. La asociación asegura que existen instalaciones no declaradas y, por tanto, no controladas.

El director general de Salud Pública del Ministerio de Sanidad, Ildefonso Hernández, destacó que el brote no es preocupante y que no está siendo masivo, sobre todo teniendo en cuenta que se trata del centro de Madrid, un área densamente poblada y con mucho movimiento de personas. El hecho de que no haya muchos afectados y que se esté produciendo un "goteo" diario parece indicar que la fuente no es muy potente, es decir, que no crea suficiente aerosol (gotas diminutas que transportan las bacterias por el aire y que se pueden inhalar) como para dispersar la legionela.

Sanidad explicó ayer que no han encontrado coincidencia de los afectados en una única instalación. Dado que los casos están distribuidos en una zona amplia, el control debe dirigirse "prioritariamente" a las que puedan emitir aerosoles al ambiente exterior, que son las torres de refrigeración. La bibliografía, añadió, recomienda investigarlas "en primer término", ya que suelen ser el origen de la mayor parte de brotes comunitarios como este.

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