En los últimos tiempos estamos viendo cómo lo artesano está recuperando su valor. El valor de lo hecho con las manos, sí. Y también el valor de lo único. Aquél producto que está realizado de manera artesanal se caracteriza por no tener otro exactamente igual. Cada uno de ellos tiene su peculiaridad. Y eso es algo que, por suerte, se está reivindicando desde todos los sectores: joyería, moda, accesorios, mobiliario... Y, como no, regalos. Porque volverse loco buscando un detalle original es muy fácil. Y más en estas fechas en las que hay muchos receptores a los que agradar y no la misma cantidad de buenas ideas.
Por suerte —y por tradición— los mercadillos o ferias artesanales abundan durante las últimas semanas del mes de diciembre y las primeras de enero. Una gran noticia, porque en estos encuentros es sencillo adquirir detalles para todos los gustos -y bolsillos-, con el añadido de estar realizados a mano, ser originales y en muchos casos, estar personalizados. Los hay en numerosas ciudades españolas. Y en concreto, con mucha tradición, en Valencia.
Probablemente, el más antiguo de todos ellos es el que se celebra en la Plaza de la Reina, al pie del Miguelete de la Catedral. Organizado por Arteval, Asociación de Artesanos Valencianos, tiene lugar durante todo el mes de diciembre y hasta después de Reyes (este año, hasta el 8 de enero). A lo largo y ancho de sus 27 stands, el comprador avezado encontrará artículos de madera de olivo y de boj, vidrio, cuero (bolsos y carteras de marroquinería), algo de moda, plata, abanicos pintados a mano, porcelana de Manises y cerámica de Alcira. La premisa de todos estos artículos la explica Chelo Santacreu, secretaria de Arteval: “En esta feria sólo pueden participar artesanos con un alto grado de manipulación en la pieza. Se trata exclusivamente de piezas de elaboración propia.”
Sucede lo mismo con los artículos a la venta en los puestos que conforman la XVI Mostra d’Artesania en su edición de Navidad (hay otras tres convocatorias a lo largo del año, todas ellas en fechas señaladas). Este mercadillo, situado en la explanada del Mercado de Colón —maravilloso edificio que celebra su centenario estos días—, está organizado por la asociación Proa Artesans, a la que pertenecen los 10 participantes del mismo. Entre el 16 de diciembre y el 5 de enero, se localizan en estos stands piezas de bisutería, joyería, cerámica y complementos. Todo enfocado al sector del regalo.