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Corrupción política

El testaferro del ‘caso Lezo’ reprochó a Ignacio González su obsesión por el dinero

Rodríguez Sobrino sobre el expresidente: “Quiere tener dinero, quiere tener dinero… Nacho, tranquilízate, pasa desapercibido...”

Ignacio González sale hacia la Audiencia Nacional de la comandancia de la Guardia Civil.Foto: atlas | Vídeo: Santi Burgos / ATLAS

Edmundo Rodríguez Sobrino, principal testaferro de Ignacio González en la Operación Lezo, reprochó en varias ocasiones al expresidente madrileño su obsesión por el dinero. En una de las ocasiones lo hizo durante una conversación que mantuvo con María Fernanda Richmond, exdirectora financiera del Canal de Isabel II y en la actualidad en prisión y que fue interceptada por los agentes de la UCO de la Guardia Civil.

La conversación fue en el restaurante La Chamartina de Madrid, el 4 de octubre pasado, y refiriéndose a la situación patrimonial de Ignacio González, Rodríguez Sobrino afirma: “Él se equivoca, ya cada vez que hablo con él le digo lo mismo. Siempre le doy el mismo consejo, él quiere tener ingresos, tener ingresos, tener ingresos, tener ingresos.... Y le digo: Nacho, tranquilízate, pasa desapercibido".

Richmond, por su lado, indica a Rodríguez que la situación patrimonial de González “no aguanta justificaciones”, a lo que su interlocutor responde que uno de los posibles ingresos del expresidente es “el dinerillo B que haya por ahí, y que [lo] vaya sacando para una cena, pa un no sé que, pa tal“ Richmond destaca que el expresidente de la Comunidad de Madrid tiene una hija en la universidad privada y dos empleadas de hogar y que el diario La Razón le paga unos 4.500 euros al mes por sus colaboraciones, dinero insuficiente para sostener el lujoso modo de vida que mantiene el matrimonio formado por Ignacio González y su esposa, Lourdes Cavero. Y se preguntan ambos por qué no alquilan su lujoso y polémico chalé de Marbella por lo "menos por una cuestión de imagen".

Se investigan cuentas corrientes del matrimonio en Bélgica y en el Reino Unido

Según la investigación del caso Lezo, Cavero ha dispuesto, por otra parte, de dos cuentas bancarias en el ING Belgium de Bélgica que no declaró a la Agencia Tributaria española y por las que se han interesado los investigadores de la Operación Lezo. Ninguno de los dos ha declarado cuentas en el extranjero. El juez Eloy Velasco, instructor del caso Lezo, está convencido, y así lo revelan grabaciones telefónicas a las que ha tenido acceso EL PAÍS, que su tren de vida y lujo “desorbitado no se justifica” en los poco más de 4.500 euros que el expresidente recibe por su trabajo como colaborador del diario La Razón.

Los investigadores han pedido información a las autoridades belgas sobre las dos cuentas que Cavero “ha mantenido abiertas en el Reino de Bélgica de manera velada”. No obstante, los agentes tienen dudas de que sean estas las utilizadas por el matrimonio para ocultar el abultado patrimonio del que hacen gala pese a las advertencias de sus allegados. Los rendimientos de esas cuentas, según los agentes, pueden tener relación con ingresos de Cavero derivados de un cargo que ocupó hasta 2015 en Bruselas en el Consejo Económico y Social Europeo (CESE). El juez va a enviar comisiones rogatorias a diferentes países en busca del dinero que sospecha esconde el matrimonio por cobro de comisiones en paraísos fiscales.

El juez Velasco, instructor del caso Lezo, ha pedido, también, una comisión rogatoria a Bélgica sobre posibles cuentas de Edmundo Rodriguez, su mujer María Jesús Rodríguez y su hija Patricia.

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El hombre del expresidente en América afirmó que le presionaban para que cantara donde está el dinero de su jefe

En una conversación grabada entre Edmundo y Francisco Marhuenda, director de La Razón, el primero explica la presión que está recibiendo con motivo de su cese en el Canal de Isabel II. Y lo explica así: “Quieren encontrar mierda de Nacho ¿eh? Y que dicen: no, seguro que este al final nos dice dónde guardaba, dónde guardaba los billetes de las libras esterlinas”. De esta alocución la Guardia Civil interpreta en sus informes que González oculta dinero en el Reino Unido, adonde también se ha librado una comisión rogatoria.

En las grabaciones interceptadas, Ignacio González revela su gusto por las pujas de artículos de lujo como relojes Rolex y Breitling, valorados algunos en más de 1.000 euros. Al juez Velasco le extraña cómo alguien que comenta a sus amistades que “está tieso” participa en pujas por relojes de lujo.

Sus pujas las delega a la directora de la sección de joyas y relojes de la sociedad Subastas Segre, vinculada a su esposa y que fue registrada por la Guardia Civil. Ignacio González indica que la citada sociedad, que ha podido ser utilizada como tapadera para el blanqueo de capitales a través de la compraventa de obras de arte, es suya y de su esposa. Refiriéndose a Subastas Segre, señala y la hace suya, aunque oficialmente no consta así: "La gente que yo tengo, que tenemos nosotros en la sala de subastas, nuestra sala de subastas…”. También señala Ignacio González que es dueño de un vehículo Lexus del que no se tiene conocimiento oficial y cuyas unidades valen por encima de los 30.000 euros.

investigacion@elpais.es

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