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El PSOE ofrece una reforma de la Constitución que exigiría referéndum

Cualquier cambio puede ser frenado por el PP con su mayoría absoluta en el Senado

El líder del PSOE, Pedro Sánchez, este lunes.Foto: atlas | Vídeo: Luis Sevillano / ATLAS
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La propuesta del PSOE para los pactos de Gobierno incluye una reforma constitucional profunda que afectaría a más de una veintena de artículos y que exigiría la disolución de las Cortes y un referéndum. El partido que lidera Pedro Sánchez habla, en su documento de negociación para alcanzar un acuerdo con el resto de formaciones, de ocho grandes bloques de reformas entre las que no incluye la del artículo 135, pactado entre PP y PSOE en 2011 para priorizar la reducción del déficit. Ni siquiera lo menciona.

Todas las reformas estaban incluidas en el último programa de los socialistas, coincide en muchos casos con las propuestas de Podemos y Ciudadanos y tres de ellas ya fueron intentadas por José Luis Rodríguez Zapatero cuando era presidente del Gobierno.

Zapatero ya propuso eliminar la preferencia machista en la sucesión a la Corona, incluir una referencia a la Unión Europea y modificar el Senado. Aquellas modificaciones pasaron el filtro del Consejo de Estado, pero aquel Gobierno del PSOE las frenó hace dos legislaturas.

No obstante, cualquier reforma constitucional puede ser frenada por el PP, por ejemplo, con su mayoría absoluta en el Senado. Dicho de otra forma, no se puede cambiar ni un solo artículo sin el PP.

Lo que sí se puede hacer es por primera vez en 35 años poner en marcha una subcomisión o ponencia que estudie la reforma, tal y como propone el PSOE. Las dos únicas reformas que se han hecho han sido de las llamadas "sencillas" y siempre por exigencia exterior: para dar derecho a los comunitarios a ser elegidos en elecciones municipales y para priorizar el pago de la deuda.

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Ocho grandes reformas

El PSOE propone ahora ocho grandes reformas. La primera se refiere al reconocimiento de nuevos derechos civiles y políticos, para actualizar este capítulo de la Constitución. Podemos llevaba también este punto en su programa.

El segundo bloque es el de "reconocimiento como derechos fundamentales de derechos sociales e incorporación de garantías sobre la dotación presupuestaria de los mismos". Se trataría de elevar de rango o precisar derechos como la educación o la sanidad para impedir recortes presupustarios en esos conceptos. También Podemos lo defendía en su programa.

El tercero es el mencionado de "supresión de la preferencia del varón sobre la mujer en la sucesión a la Corona". Los tres primeros exigen reforma agravada, es decir, con referéndum y disolución de Cortes.

El cuarto es "revisión de las bases del sistema electoral". La Constitución estable un sistema electoral muy concreto de tal forma que para cambiarlo —como quieren Podemos o Ciudadanos en sentido distinto— es precisa esa reforma constitucional. Por ejemplo, para que la provincia deje de ser la circunscripción electoral, como piden los dos o para cambiar la distribución territorial de escaños es necesaria esa reforma constitucional que puede bloquear el PP. El margen de cambio del sistema electoral sin tocar la Constitución es muy limitado.

El quinto es el de reforma del Senado, que proponen todos los partidos y que es un clásico en todos los programas. Incluso el del PP se remitía a las conclusiones de una ponencia del Senado que pedía una reforma constitucional.

El sexto es "la revisión de los aforamientos". La Constitución establece que los diputados y senadores y los miembros del Gobierno solo pueden ser juzgados por el Tribunal Supremo y para los parlamentarios, además, es necesaria la autorización de las Cámaras. Esta petición ha sido realizada reiteradamente por Ciudadanos y por Podemos. Quedan otros aforamientos como los de jueces y fiscales que no están recogidos en la Constitución.

La séptima reforma es la de "incorporación del hecho Unión Europea". Se basa en que la Constitución es previa a la entrada en la UE y por eso no hay referencia alguna. El PP también la ha admitido, según el propio Mariano Rajoy.

El último y más problemático es el de "revisión del título VIII y los preceptos conexos. Desarrollar concepto de Estado Federal, si quiera mínimamente". Es el más difícil porque es el más contradictorio en las propuestas de los partidos y hay que recordar que el PP (entonces AP) no aprobó este capítulo que habla de las comunidades autónomas y la organización territorial.

El PSOE proponía en su programa electoral una reforma federal, sin especificar, que dé solución a tensiones como la de Cataluña. Ciudadanos quiere una reforma recentralizadora que fije competencias del Estado y elimine singularidades como el concierto vasco. Los partidos nacionalistas, obviamente, quieren avanzar en sentido contrario.

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