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Fabra: “Si hay una cuenca que echa agua al mar, tendrá que ser solidaria”

El presidente valenciano reclama el trasvase del Ebro en su programa electoral aunque sabe que se enfrenta a la oposición de su homóloga aragonesa, Luisa Fernanda Rudi

El presidente de la Generalitat Valenciana y candidato del PP.
El presidente de la Generalitat Valenciana y candidato del PP.EFE

Asumió la presidencia de la Generalitat valenciana en julio de 2011, tras la dimisión de Francisco Camps por su relación con la red Gürtel. Alberto Fabra (Castellón de la Plana, 1964) aspira a mantenerse como presidente de la Comunidad Valenciana, después de 20 años de Gobierno del PP, a pesar de los innumerables escándalos de corrupción que han sacudido su partido en esta legislatura y de haber realizado una dura política de recortes que ha acabado, entre otras cosas, con el cierre de Canal 9.

Pregunta. Las encuestas le auguran una pérdida de la mayoría absoluta. ¿En qué condiciones aspira a gobernar?

Respuesta. Confío en tener una mayoría suficiente y la responsabilidad de formar gobierno.

P. A tenor de lo expuesto por el resto de partidos, el único apoyo posible sería el de Ciudadanos. ¿Se imagina con un Gobierno de coalición o con un Gobierno en minoría y apoyos parlamentarios?

R. Tenemos que esperar. La época de las mayorías absolutas ha quedado atrás y tendremos que buscar acuerdos puntuales o estabilidad de gobierno, pero estoy convencido de que tendremos una mayoría suficiente para poder.

P. Si no logra formar gobierno ¿seguirá como jefe de la oposición?

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R. Solo trabajo con el escenario de que tendremos mayoría para gobernar.

“Los afiliados del PP me decían: Ánimo Fabra, contra la corrupción, intolerancia”

P. Su política contra la corrupción ha sido criticada por la oposición, pero también dentro del PP. ¿Se ha sentido maltratado, cambiaría su proceder?

R. Hubiese actuado absolutamente igual. Si queremos transmitir confianza a la gente tenemos que generar un escenario donde la gente vea que intentamos resolver los problemas y actuamos con absoluta ejemplaridad. Y lo hice de forma inflexible, animado sobre todo por las bases del PP. Afiliados y simpatizantes, cuando iba a un acto, me decían: ‘¡Ánimo Fabra, adelante¡ Contra la corrupción, intolerancia’. Esa fue mi máxima, que ningún afiliado pudiera sentir vergüenza por los comportamientos de algún dirigente.

P. ¿Cómo explica que los escándalos de corrupción hayan salpicado a la Generalitat, a las tres diputaciones y a los principales ayuntamientos valencianos?

R. No sé la respuesta.

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P. ¿Fallaron los controles del partido?

R. No. Yo he actuado siempre con evidencias porque difícilmente puedes actuar sobre rumores, pero cuando ha habido suficientes evidencias de que había que apartar a una persona yo lo he hecho.

P. ¿La capilaridad de un sistema de financiación irregular en el PP podría explicar por qué hay tantas instituciones afectadas?

R. No. Creo que ha habido una coincidencia. Parece que solo pensemos en los cuatro, cinco o seis casos más mediáticos, pero la realidad es que hay muchísimos políticos, por no decir la totalidad que lo que quieren es trabajar para mejorar las cosas, sabiendo que les supone un esfuerzo familiar, laboral y afectivo.

P. Asumió el cargo en 2011 con la promesa de que cambiaría un sistema de financiación autonómica que perjudica a los valencianos y ahora se vuelve a comprometer. ¿Por qué piensa que podrá lograrlo ahora si no lo ha hecho en la etapa de mayor poder institucional del PP?

R. Porque no había dinero. Resolver el problema de la financiación es una cosa tan sencilla como poner dinero, cambiar los parámetros actuales y generar un escenario distinto. La situación ha sido más complicada de lo que nos dijeron (los socialistas). Lo que sí que ha hecho el Gobierno ha sido poner instrumentos como el Fondo de Liquidez Autonómico, el plan de pago a proveedores o dejar a cero los tipos de interés de la deuda, que ha generado un ahorro de 750 millones de euros anuales. Ahora el Gobierno ve que la situación es muy distinta económicamente y tanto el presidente Rajoy como el ministro de Hacienda han asumido que el cambio de modelo puede ser una realidad en los próximos meses.

P. Los empresarios valencianos se han quejado de la mala financiación y la baja inversión estatal. ¿Esos desencuentros se han traducido en pérdida de apoyos al PP?

R. Son conscientes de la situación económica y de que la actividad inversora del Estado ha estado muy limitada. Creo que si hablamos solo de los proyectos del actual Gobierno, vemos que el corredor mediterráneo ha sido el proyecto estrella y que en estos momentos está en ejecución. Cuando se normalice la situación lo lógico será que en un periodo de cinco o diez años la inversión ronde el porcentaje representamos en el PIB español.

“Hemos cambiado el modelo productivo vinculado a la construcción durante cuatro años”

P. En su programa electoral figura la reclamación del trasvase del Ebro. Su homóloga en Aragón, Luisa Fernanda Rudi, ha dicho que esa propuesta no forma parte del programa del PP nacional. ¿Estamos ante una nueva guerra del agua?

R. Tenemos que ser capaces de conectar las distintas cuencas y que pueda llegar el agua de donde sobra a donde falta. Y eso es lo que está haciendo el PP. Que alguien diga, yo no quiero que en mi río haya una transferencia de agua, oiga si usted tiene una cuenca en la que echa agua al mar porque sobra, más allá de los caudales ecológicos, tendrá que ser solidario con aquello que se echa al mar. Tenemos que hablar de solidaridad y de una interrelación de cuencas que haga que el agua pueda llegar de donde sobra a donde falta.

P. A pesar de que la tendencia ha cambiado, la tasa de paro está por encima del 24%. ¿Qué solución ofrece?

R. Hoy tenemos menos parados que hace cuatro años y no era fácil. Las condiciones que hemos generado propician que las empresas puedan mejorar la producción y con ello poder generar nuevos empleos. Este año vamos a crear 100.000 empleos porque vamos el doble que el año pasado, casi el 4%. La Administración ha de costar menos dinero para que el ciudadano tenga más dinero en el bolsillo y los empresarios más dinero para poder invertir en sus empresas y generar más producción y empleo. No hay más fórmulas.

P. El resto de partidos habla de cambiar el modelo productivo valenciano. Usted no ¿por qué?

R. La crisis se produjo porque teníamos una exposición muy alta del sector inmobiliario dentro del PIB, pero en estos momentos estamos creciendo sin apoyarnos en la construcción. Crecemos gracias a sectores productivos como el agroalimentario, el turismo, los servicios y la innovación. Es decir, hemos apostado para que ese cambio de modelo productivo, no vinculado al sector de la construcción, sea una realidad ahora. Hemos cambiado el modelo durante cuatro años y hay alguno que todavía no se ha enterado. La economía valenciana es más competitiva y menos vulnerable que hace tres años y medio.

No tengo respuesta para explicar porque la Generalitat, las diputaciones y los grandes ayuntamientos se han visto salplicados por la corrupción

P. Durante años el PP impulsó una política de grandes infraestructuras vinculadas al ocio. Terra Mítica, el aeropuerto de Castellón, los estudios de Ciudad de la Luz o la Ciudad de las Ciencias han sido vendidas o cedidas a la gestión privada. ¿Se equivocaron?

R. Creo que las decisiones que se tomaron estaban encaminadas a sacar el máximo provecho para la sociedad, en este caso para el sector turístico. Ahora las circunstancias han cambiado y tenemos que corregir la gestión para obtener el mejor resultado posible. Debemos analizar las cosas desde el punto de vista actual y lo que no funciona cambiarlo para que suponga el menor coste posible o pueda generar beneficio.

P. Usted decidió cerrar Canal 9 hace dos años y ahora se plantea reabrirla. ¿Le diría a Cristina Cifuentes que no se precipite con TeleMadrid?

R. Nuestra idea no era cerrar Canal 9, pero con 1.800 trabajadores y unas pérdidas de 215 millones de euros en 2013 era un modelo insostenible. Cuando se produjo la nulidad del ERE, que pretendía reducir el personal y el coste, no hubo más remedio que cerrarla. Curiosamente, tras ponerse detrás de la pancarta, es lo que ahora proponen todos los partidos de la oposición. ¿Por qué no lo hicieron antes? ¿Por qué no asumieron que para tener una continuidad RTVV tenía que hacerse con menos personal y con menos coste? Seguramente porque les interesaba desgastar al Gobierno. Creo que RTVV puede existir pero hay que cumplir el objetivo de déficit, que la reapertura no implique más impuestos y que no se detraigan recursos de educación, sanidad y políticas sociales. En esas condiciones se puede reabrir RTVV.

P. ¿Y qué aconsejaría a Cifuentes?

R. Le diría que nosotros queríamos mantener una RTVV sostenible y viable, pero ante la imposibilidad de hacerlo no quedó más remedio que tomar esa decisión.

P. La herida del accidente de metro de Valencia sigue abierta. Los familiares de las víctimas han firmado un acuerdo con todos los partidos menos el PP para reabrir la comisión de investigación. ¿En qué han fallado?

R. Yo no puedo hacer ninguna valoración de aquellos que legítimamente consideran que ha podido haber un error por parte de la Administración. Siempre he respetado su reivindicación y sus movilizaciones, pero quien tiene que determinar si ha habido alguna situación irregular es el juez, no los partidos políticos. Solo nos queda mantener el respeto con los familiares de las víctimas y colaborar con la justicia para que se esclarezca la verdad en todo este tema.

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