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“Cedí por cero euros parques eólicos porque me lo indicó la Junta”

El empresario José María González Vélez, confirma las irregularidades en Castilla y León

José María González Vélez, en una imagen de 2009.
José María González Vélez, en una imagen de 2009.A. ARIAS

José María González Vélez (Madrid, 1947) es uno de los personajes históricos de las energías renovables en España. Antiguo empleado de banca, a finales de los 80 se fijó en la energía minihidráulica, y entre 2004 y 2012 presidió la patronal del sector de las energías alternativas. A González Vélez, que ha promovido parques eólicos en Castilla y León, no le sorprendió el informe de la Agencia Tributaria desvelado por este diario que denuncia un sistema de aprobación de parques en el que el gobierno regional beneficiaba a empresarios afines o directamente altos cargos de la consejería “sin motivos económicos válidos”. Ese informe analizaba siete operaciones, pero González Vélez señala alguna más. “Yo soy víctima de este sistema”, explica.

Pregunta. ¿Qué pensó cuando leyó que un informe de la Agencia Tributaria denunciaba que en Castilla y León obligaban a promotores eólicos a ceder parte a empresarios afines o directamente altos cargos de la Consejería?

Respuesta. Que es así tal y como lo cuenta.

P. Usted desarrolló parques eólicos en Castilla y León.

R. Fui de los primeros. Tenía unos 300 megavatios en proyecto cuando un día en la Consejería me dijeron que tenía demasiado y que tenía que ceder una parte.

P. ¿Y qué hizo?

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R. Cedí gratis por indicación de la consejería y por cero euros.

P. ¿A quién?

R. A un empresario llamado González-Vallinas que vendía piensos para truchas. No lo conocía de nada, es como si ahora tengo que invitar a ese señor a un café. Me dicen que si quiero más parques, los del Monte Torozos, en Valladolid, que sumaban unos 150 megavatios, los tenía que ceder. Y se lo cedo por cero euros.

P. ¿Estaban construidos los parques?

R. No, pero teníamos las mediciones, puntos de conexión y los terrenos conquistados. Es decir, teníamos acuerdos con los dueños del suelo.

P. ¿Y eso cuánto valía?

R. Una vez que tuviera los permisos se vendía por unos 100.000 euros el megavatio. Es decir, unos 15 millones de euros. Faltaba aún algún paso.

P. ¿Por qué lo cedió?

R. Las concesiones no son obligatorias. Entendí que si no cedía eso no iba a ver ni un megavatio más. Un promotor no cede nada gratis. Y menos a alguien que no conoce de nada. Desde luego no fue voluntario, yo no invito a una vuelta al mundo a nadie por gusto.

P. ¿No conocía de nada a ese empresario?

R. Solo lo vi el día que firmamos la cesión.

P. ¿No se resistió a una operación tan rara?

R. No, porque sé que si lo hago no me dan nada más.

P. ¿Y quién le dijo que tenía que ceder esos parques?

R. Creo recordar que fue Tomás Villanueva [consejero de Economía] pero pudo ser Rafael Delgado [entonces viceconsejero y al que Hacienda le ha descubierto ingresos desde Suiza]. Desde luego no fue un conserje de la consejería. Por eso no hubo nada por escrito. Y Rafael no hacía nada sin que Villanueva se lo dijera.

P. ¿Y luego sí les dieron otros parques?

R. Sí, los de Sahagún, en León, que mis exsocios también vendieron luego. Pero ya no estaba en la sociedad. Había quedado en minoría y me apartaron de la gestión. Les malvendí mis acciones.

P. Usted era socio en esas empresas de Ángel Sanchís, extesorero del PP. ¿Cómo le hacían pagar esos peajes a alguien tan metido en el partido?

R. Entonces Ángel ya había vendido. Igual con él no nos habría pasado.

P. El responsable de la empresa Preneal declaró a la Agencia Tributaria que se sentía "víctima del sistema".

R. Yo también soy una víctima del sistema.

P. ¿Tanto gana un parque eólico como para mover tanto dinero? Hacienda habla de transferencias de 110 millones. Solo Iberdrola dio 47,1 millones a un alto cargo que invirtió 24.400 euros.

R. Un parque eólico con unas 2.500 horas de viento al año tenía una rentabilidad del 8%-10% sobre la inversión. Como era muy fácil conseguir financiación los inversores ponían menos dinero del que era necesario para construirlo, así que la rentabilidad era mayor, del 15% o el 16%.

P. Entonces es que la prima era demasiado alta.

R. ¿Las primas son altas? Es que ha mamado todo el mundo. La cadena de valor, desde la construcción de los aerogeneradores o las instalaciones fotovoltaicas, se acomodaba a lo que fijaba la prima. He llegado a pagar a un Ayuntamiento 600.000 euros por una licencia de obra para una planta fotovoltaica. Es una barbaridad, pero se acomodaba al valor de las primas. Había empresas fotovoltaicas que compraban puntos de conexión a la red por 0,6 euros el vatio, que es muchísimo. ¿Cómo puede ser? Porque lo daba y no se reaccionó a tiempo. Todo eso lo estamos pagando.

P. ¿No era solo Castilla y León?

R. Muchas comunidades han hecho cosas parecidas, con cambios de adjudicaciones en el último momento y te dirigían a determinados bufetes. Yo no he pagado a nadie y el único regalo que hacía en Navidad eran jamones. Pero va a misa que cedí gratis un desarrollo a un empresario que no conocía porque me lo indicaron en Castilla y León.

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