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Mueren dos niños en el incendio de su casa en Ejea de los Caballeros

Fueron rescatados en parada cardiorespiratoria al igual que su abuelo, que está grave

Dos niños de cinco y dos años han muerto este sábado intoxicados por el humo de un incendio registrado en su casa de Ejea de los Caballeros (Zaragoza). Ambos fueron rescatados en parada cardiorespiratoria y, según han informado fuentes de la Delegación del Gobierno, ha sido imposible salvarles la vida. Junto a ellos fue rescatado un adulto, que se encuentra grave.

El adulto, que estaba también en parada cardiorespiratoria y que inicialmente se dijo que era su padre, es el abuelo de los menores. Ha sido identificado como J.J.J., de unos 70 años. El hombre ha sido trasladado en un helicóptero al Hospital Miguel Servet de Zaragoza, que cuenta con una Unidad de Quemados. Según las mismas fuentes, el estado de este J.J.J. es de gravedad.

Las tres víctimas fueron rescatadas por los bomberos que acudieron a la vivienda a sofocar el incendio, iniciado en torno a 11.05 por causas no precisadas y que sofocaron poco después. El abuelo y los niños, según fuentes del instituto armado, eran los únicas personas que en el momento del incendio se encontraban en la vivienda, donde al parecer viven con otros familiares.

La policía judicial del instituto armado ha abierto una investigación para conocer la causa del incendio, mientras que la autoridad judicial ha decretado el secreto del sumario, según las citadas fuentes.

Se trata de una familia de etnia gitana, según fuentes municipales, que han resaltado que la rápida actuación de la policía local y los bomberos ha evitado que el incendio afectara a otras casas. El piso está situado en un inmueble de dos plantas, en el número 6 de la calle Horno Grande, en el barrio de Huesca, en pleno casco viejo de esta localidad de más de 15.000 habitantes.

Se trata del segundo suceso luctuoso que vive el pueblo en apenas dos días, tras la muerte en un tiroteo con la Guardia Civil de un hombre que se había atrincherado tras disparar a su yerno y a un agente del instituto armado. Pasó 12 horas atrincherado en su casa, donde recibió a tiros a los agentes que entraron a reducirle.

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