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Monago cuelga la bandera arcoíris en la ventana de su despacho

El presidente extremeño trabaja en una ley que sanciona la discriminación sexual

F. M.
La bandera arcoíris en la sede de la Junta de Extremadura.
La bandera arcoíris en la sede de la Junta de Extremadura.

José Antonio Monago quiere demostrar que sigue siendo un verso suelto en el PP y este viernes ha colgado en la ventana de su despacho en la Junta de Extremadura una bandera arcoíris, símbolo de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales. Es la primera vez que esta bandera ondea en la sede de la Presidencia del Gobierno regional, y el llamado barón rojo de los populares decidió exhibirla en vísperas del Día Internacional del Orgullo LGTB, que se celebra mañana, como muestra del apoyo del Ejecutivo extremeño a este colectivo.

Hace un mes, el Gobierno de Extremadura participó en la organización de la Fiesta de Los Palomos que tuvo lugar en Badajoz el pasado 17 de mayo, una cita de reivindicación de la libertad sexual. Ocurrió tan solo una semana antes de las elecciones europeas del 25 de mayo, en las que el PP perdió en toda España 2,6 millones de votos.

El Gobierno extremeño recuerda, además, que está trabajando en un proyecto de Ley de igualdad entre heterosexuales, lesbianas, gays, transexuales y bisexuales, que contempla "la existencia de un cuerpo de profesionales sanitarios experimentados, especialmente en el ámbito de la transexualidad, en la formación adecuada para los docentes y alumnos y en acciones específicas con las asociaciones de madres y padres de alumnos". Esta ley también establece un régimen de infracciones y sanciones administrativas a la discriminación sexual con multas que podrán llegar hasta los 45.000 euros.

Monago, que gobierna con el apoyo de Izquierda Unida, se ha enfrentado al Ejecutivo de Mariano Rajoy y a la dirección nacional de los populares por su abierta oposición a la reforma de la ley del aborto y por adoptar una política fiscal contraria a la del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Y ahora vuelve a desmarcarse de la inmensa mayoría de los dirigentes del partido mayoritario. A pesar de eso, su proyecto político, una suerte de experimento dentro del PP, no le ha valido mejor resultado -en términos comparativos- que el de la formación a nivel estatal.

Esos datos motivaron que a principios de la semana pasada el presidente extremeño impulsara la tercera crisis de Gobierno en lo que va de legislatura. En una comunidad con alrededor del 30% de paro, su objetivo es buscar un "impulso" a las políticas sociales con la creación de una Consejería de Empleo, Mujer y Políticas Sociales.

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Sobre la firma

F. M.
Es editor de EL PAÍS América. Empezó a trabajar en EL PAÍS en 2006 tras cursar el Máster de Periodismo del diario. En Madrid se ha ocupado principalmente de información política y, como corresponsal en la Región Andina, se ha centrado en el posconflicto colombiano y en la crisis venezolana.

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