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El Rey reaparece en público en el Día de las Fuerzas Armadas en Valladolid

El Monarca ha llegado a la Plaza Mayor con muleta y cojeando Defensa simplifica el acto para evitar sobreesfuerzos a don Juan Carlos, aún convaleciente

Miguel González

Treinta y siete días después de su segunda intervención de cadera, el 26 de abril, el Rey ha reaparecido hoy, cojeando y con muleta, en su primer acto público. El lugar no podía ser más propicio: la Plaza Mayor de Valladolid, escenario del acto central del Día de las Fuerzas Armadas, donde cerca de 3.000 de personas le han recibido entre aplausos y algunos vítores y han tenido la oportunidad, rara en los últimos tiempos, de ver juntos a don Juan Carlos, doña Sofía y los Príncipes de Asturias. Pese a que disponía de sillas en la El Monarca ha permanecido de pie, en contra de lo previsto, durante los 45 minutos que ha durado el acto. Posteriormente, al terminar, ha bromeado con un grupo de periodistas: "A ver si hubierais aguantado como yo lo he hecho; os hubierais quedado en casa", les ha comentado.

Una veintena de colectivos se manifiestan contra el desfile

LAURA CANTALAPIEDRA

Al mismo tiempo que se celebraban en la Plaza Mayor de Valladolid los actos centrales de las Fuerzas Armadas, tenía lugar una manifestación convocada por una veintena de colectivos detrás de una pancarta contra los “privilegios reales y gastos militares”. Entre el millar aproximado de asistentes se encontraban partidos políticos como Izquierda Unida, asociaciones de vecinos, Ateneo Republicano y la CGT, entre otros. La marcha, que transcurrió sin incidentes, finalizó con la lectura de un manifiesto de rechazo “a que dinero del erario público se utilice en la organización de paradas militares” y se criticaba que “se haga en pleno proceso de desmantelamiento de la sanidad y de la educación pública”.

El inicio de la manifestación coincidió con el paso sobre la misma de los siete aviones que participaron en la parada dibujando en el aire la bandera de España.

El Día de las Fuerzas Armadas ha sufrido este año un drástico ajuste y su coste rondará los 400.000 euros, frente a 1,3 millones de 2011. Pero la austeridad no era el único motivo para simplificar el acto. El Rey está aún convaleciente de la doble fractura de cadera que sufrió durante su polémico viaje a Botsuana y no puede arriesgarse a una recaída. Sobre todo porque mañana inicia un maratoniano viaje de tres días a Brasil y Chile al que acudirá arropado por algunos pesos pesados del Ibex 35 (Emilio Botín, Cesar Alierta, Ignacio Galán, Antonio Brufau, Javier Monzón y Borja Prado, entre otros). El Rey aún camina con ayuda de una muleta y todo se ha planificado al detalle para evitarle un sobreesfuerzo. Concluido el acto castrense, se ha celebrado una recepción en el Palacio Real, pero no serán los Reyes, sino los Príncipes, quienes atiendan a los invitados.

Al margen de la gira sudamericana, don Juan Carlos no tiene previstos más viajes al extranjero antes del verano. Pero el Príncipe de Asturias le ha tomado el relevo con fuerza. Tras visitar Portugal esta semana, don Felipe tiene previsto acudir, el 10 de junio en Gdansk (Polonia), al estreno de la selección en la Eurocopa de fútbol. Al día siguiente, inaugurará la sede del Instituto Cervantes en la ciudad polaca de Cracovia. El 20 presidirá un acto organizado por el Instituto de Comercio Exterior (ICEX) en Casablanca y a continuación viajará a Nueva York para participar en diversos actos culturales y reuniones de negocios. En agosto asistirá r a la toma de posesión del nuevo presidente dominicano. Don Juan Carlos ha retomado su trabajo habitual a un ritmo algo inferior, pero ya no está solo y el Príncipe tiene una agenda internacional propia que no va a abandonar.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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