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UGT y CC OO proponen un contrato para pymes con indemnización creciente

El despedido cobraría cinco días por trimestre en el primer año de vigencia

M. V. GÓMEZ
Los secretarios de Acción Sindical de UGT Toni Ferrer ( i ) y de CCOO Ramón Górriz explican las alternativas a la reforma laboral que han enviado a Rajoy
Los secretarios de Acción Sindical de UGT Toni Ferrer ( i ) y de CCOO Ramón Górriz explican las alternativas a la reforma laboral que han enviado a RajoyEFE

A los sindicatos no les gusta nada el nuevo contrato creado en la reforma laboral. Permite a las empresas de menos de 50 empleados fijar un periodo de prueba de un año, durante el que se puede despedir sin indemnización alguna al trabajador. UGT y CC OO creen que es inconstitucional y que abre la puerta al despido libre y gratuito por un año. Para combatirlo, ayer propusieron una alternativa: un contrato para empresas con menos de 25 trabajadores con una indemnización que crecería trimestre a trimestre durante el primer año.

Esta propuesta forma parte de un paquete de 36 enmiendas que los sindicatos mayoritarios presentaron ayer, un día antes de que se convalide el real decreto de la reforma laboral en el Congreso. En ellas, se contiene una corrección muy significativa de la “reforma laboral impuesta”, como la definían ayer machaconamente el secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, y de CC OO, Ramón Górriz.

En realidad, como expusieron ayer, a UGT y a CC OO tampoco les gusta su propia propuesta. La hacen para dejar sin excusas, según dicen, a quienes afirman que los empresarios no contratan por los costes del despido. En concreto, su modelo consiste en un contrato que solo estaría en vigor en 2012, por la recesión, que contemplaría una indemnización de cinco días que se consolidaría al acabar cada trimestre. Es decir, quien fuera despedido durante los tres primeros meses no tendría derecho a indemnización (algo que ya sucedía en algunos casos antes de la reforma). Quien lo fuera en los tres meses siguientes, cobraría cinco días y así sucesivamente durante el primer año.

Con el resto de las enmiendas, los sindicatos buscan revertir medidas de la reforma como las que permiten la reducción de sueldo unilateralmente por el empresario hasta el suelo marcado por los convenios o el Estatuto de los Trabajadores, y recuperar la autorización de la autoridad laboral para los despidos colectivos y la prevalencia de los convenios sectoriales sobre los de empresa.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ya conoce las 36 enmiendas desde la semana pasada, cuando los secretarios generales de UGT, Cándido Méndez, y CC OO, Ignacio Fernández Toxo, enviaron una carta a La Moncloa pidiéndole que abriera una negociación. La piden, también, para que la reforma tenga éxito. “Cualquier reforma impuesta tiene poco éxito”, argumentó Górriz.

Los números dos sindicales, acompañados por las responsables de Empleo —Paloma López, de CC OO, y Almudena Fontecha, de UGT—, también se quejaron de que hasta el momento Rajoy no ha respondido ni a esta demanda de negociación ni a otra anterior, de febrero. De ella, ambos sindicatos hacen depender la convocatoria de una huelga general, que de llevarse a cabo se haría probablemente el 29 de marzo. Para decidirla, las dos centrales han convocado sendas reuniones para el próximo viernes y después anunciarán su decisión, explicó Ferrer.

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Sobre la firma

M. V. GÓMEZ
Es corresponsal en Bruselas. Ha desarrollado casi toda su carrera en la sección de Economía de EL PAÍS, donde se ha encargado entre 2008 y 2021 de seguir el mercado laboral español, el sistema de pensiones y el diálogo social. Licenciado en Historia por la Universitat de València, en 2006 cursó el master de periodismo UAM/EL PAÍS.

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