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CiU acepta debatir si debe ondear o no la bandera española

El Parlamento de Cataluña aprueba que se discuta si la bandera debe estar o no en edificios públicos. - La propuesta la ha presentado el partido independentista Solidartitat

El Parlamento catalán vivirá en las próximas semanas otro pulso con el Gobierno central por otra decisión de Convergència i Unió (CiU). El partido nacionalista, con mayoría en la Mesa que regula el funcionamiento de la cámara, ha permitido esta mañana que prospere una ley de Solidaritat Catalana per la Independència (tres diputados), que pide prohibir la bandera española en las instituciones de Cataluña. Los cuatro miembros de CiU en la Mesa han dado luz verde a la tramitación de la propuesta pese al rechazo de Partit dels Socialistes (PSC), y Partido Popular (PP). La ley quedará ahora abierta a enmiendas (previsiblemente tanto PSC, PP y Ciutadans querrán vetar la ley) y en las próximas semanas se debatirá en el pleno. Si CiU repite la misma actitud que ha adoptado en iniciativas similares, su abstención evitará que la prohibición de la enseña nacional prospere.

En su propuesta, Solidaritat plantea burlar la ley de 1981 que regula el uso de la bandera de España. La enseña nacional “deberá ondear en el exterior y ocupar el lugar preferente en el interior de todos los edificios y establecimientos de la Administración central, institucional, autonómica, provincial o insular y municipal del Estado”, reza la norma estatal. Solidaritat quiere que la bandera no se vea. Así, su proyecto de ley dicta que, aunque ondee en el exterior, la enseña no debe ser visible desde la calle. Para esquivar la obligada preeminencia en el interior, la propuesta independentista establece que la bandera no podrá estar en el salón de plenos y que cada Ayuntamiento vote qué considera por “lugar preferente”.

CiU ha repetido hoy la misma actitud que tomó con otra proposición de Solidaritat, que iniciaba los trámites para que el Parlament votara la independencia de Cataluña. Los nacionalistas dieron luz verde en la Mesa a la norma, aunque luego evitaron que prosperara con su abstención en el pleno. La actitud del partido de Artur Mas generó revuelo tanto en los partidos que rechazan la independencia, PSC, PP y Ciutadans, como con los que la apoyan, Esquerra y Solidaritat. Los primeros le reprochaban haber permitido una votación que suponía un pulso en toda regla al Estado; los segundos, facilitar con la abstención que la propuesta quedara enterrada, pese a que el propio Mas votó por la independencia en las consultas soberanistas, sin validez legal.

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