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LINDIS HURUM, Coordinadora de MSF en Liberia

“Llegan enfermos en taxi y mueren en la puerta del centro”

La médico tacha la situación en Monrovia de "catastrófica" y teme que lo peor esté aún por llegar

José Naranjo
Lindis Hurum junto a Brett Adamson, de Médicos sin Fronteras.
Lindis Hurum junto a Brett Adamson, de Médicos sin Fronteras.John Moore (Getty Images)

“La situación en Monrovia está totalmente fuera de control, es muy grave, catastrófica”, dice Lindis Hurum, coordinadora de Médicos sin Fronteras (MSF) en Liberia. “Cada día se agrava, cada día las noticias son peores y sinceramente creo que lo peor de verdad está aún por llegar”, añade. “Estamos ante una epidemia de una escala nunca antes vista y en esta ciudad de un millón de habitantes la enfermedad está por todas partes, en cada barrio. Esto exige poner en marcha una estrategia que no conocemos, requiere de una coordinación y de unos medios que hasta ahora no hemos visto por ningún lado”.

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Lleva dos meses afrontando el brote de ébola y tiene una amplia experiencia en emergencias en el terreno, pero lo que ha visto supera a todo. “Hemos puesto en marcha el mayor centro de aislamiento para enfermos de ébola que jamás ha sido creado, con capacidad para cien pacientes, pero estamos desbordados. Vemos a personas llegar enfermas en taxi y morirse en la puerta de nuestro centro”, cuenta Hurum. “Tenemos que abordar este problema como si fuera un tsunami o un terremoto, no hacemos más que correr detrás de una epidemia que va más rápido que nosotros y no veo los recursos necesarios por ningún lado. El Gobierno hace lo que puede, lo intenta, pero su sistema de salud es muy frágil, es incapaz de responder”.

Admite sentirse agotada después de 60 días luchando contra un gigante y está a la espera de poder regresar a su Noruega natal, pero prácticamente todas las compañías han cancelado sus vuelos. “Estamos viendo que la reacción de la comunidad internacional ha sido de pánico, de tratar de aislar a esta zona del mundo para impedir que el ébola llegue a Europa o EE UU. Esa no es la solución, habría que usar esa energía para venir aquí y ayudar porque si aislamos por completo esta zona, va a ser peor aún. A MSF nos han tachado de alarmistas, pero estoy siendo muy realista”.

No podemos aislar a toda esta gente y dejar que mueran

Un grave problema es que no se está haciendo el seguimiento de casos y contactos. Ni siquiera hay cifras fiables. “Estamos totalmente seguros de que hay más casos y más muertos de lo que dicen las cifras oficiales”, señala. Y hay que sumar el problema de seguridad ciudadana: mantener a miles de personas en cuarentena, como en el barrio de West Point, donde 70.000 personas han quedado dentro de un cordón sanitario. “Esto no es solo un problema de ébola, es una auténtica crisis humanitaria. Estamos en una gran ciudad donde ya en tiempos normales hay una cierta criminalidad, pero ahora el riesgo de violencias es muy alto. Los precios suben, las escuelas están cerradas, hay zonas donde la gente no se puede mover. Vamos a ver cosas terribles que nunca antes hemos visto”, adelanta Hurum.

“Tiene que haber una respuesta ya de los organismos internacionales, estamos casi solos frente a esto”, concluye. “Necesitamos médicos, enfermeros, gente experta, esto es ébola y hay un riesgo, pero es abordable, se puede afrontar. No podemos aislar a toda esta gente y dejar que mueran. Hace falta una coordinación que no ha existido hasta ahora. Estoy muy contenta de que David Nabarro [coordinador de ONU ante la epidemia] haya venido este fin de semana, pero necesitamos que todos esos recursos de los que habla se implementen ya, ahora, sin más retrasos”.

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Sobre la firma

José Naranjo
Colaborador de EL PAÍS en África occidental, reside en Senegal desde 2011. Ha cubierto la guerra de Malí, las epidemias de ébola en Guinea, Sierra Leona, Liberia y Congo, el terrorismo en el Sahel y las rutas migratorias africanas. Sus últimos libros son 'Los Invisibles de Kolda' (Península, 2009) y 'El río que desafía al desierto' (Azulia, 2019).

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