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Lo que Suiza no esconde

El ‘caso Púnica’ surge por información del país helvético que nadie pidió 20 políticos y empresarios imputados por corrupción ocultaban 100 millones

Suiza se ha convertido en los últimos años en un aliado infalible para hundir con cientos de pruebas bancarias a los jefes de las principales tramas de corrupción en España. La aparente opacidad del país helvético como reclamo principal para atraer clientes extranjeros a sus bancos no ha servido de escudo protector a una veintena de políticos y empresarios españoles que ocultaban en ese paraíso financiero más de 100 millones de euros, ahora bloqueados por los jueces.

El convenio europeo de asistencia judicial en materia penal, suscrito en Estrasburgo el 20 de abril de 1959, ha permitido a los jueces españoles recabar información suficiente de las autoridades suizas para acumular pruebas de los delitos que persiguen.

En un proceso lento pero imparable, Suiza ha ido remitiendo a las autoridades judiciales españolas documentación bancaria explosiva de graves consecuencias para los políticos afectados. Algunas informaciones han llegado a poner contra las cuerdas al Gobierno español del PP, como ocurrió cuando el país helvético remitió, a finales de 2012, los primeros datos de los ahorros de Luis Bárcenas, ex tesorero nacional del PP, en el Dresdner Bank suizo. Para entonces, Bárcenas llevaba tres años imputado en el caso Gürtel aunque el PP le seguía manteniendo en nómina con el sueldo más alto de la organización.

Entre los cazados por la rendición de cuentas suizas hay ex senadores, ex alcaldes, ex consejeros autonómicos y una decena de empresarios que pagaron mordidas a políticos del PP a cambio de contratos públicos. La transparencia suiza ha situado a estos supuestos corruptos con ahorros en el extranjero a un paso de la cárcel en España.

La radiografía de las cuentas suizas propiedad de políticos y empresarios inunda los sumarios del caso Gürtel y del caso Bárcenas, y salpica de escándalos otras causas de corrupción.

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En una pirueta jurídica que pocos se explican, Suiza envió a la Fiscalía Anticorrupción española a principios 2014 datos bancarios de Francisco Granados, ex senador y ex consejero de la Comunidad de Madrid. Esa información llegó sin que ninguna autoridad judicial española lo pidiera. “La Fiscalía suiza”, señalan distintas fuentes jurídicas españolas, “metió en su base de datos el nombre de Francisco Granados al conocer que estaba implicado en el caso del supuesto espionaje político pagado con fondos de la Comunidad de Madrid que investiga un juzgado. A raíz de ese contraste descubrieron que Granados tenía cuentas en Suiza y remitieron la información a la Fiscalía española”.

Con ese material, Anticorrupción y el juez Eloy Velasco iniciaron una investigación que destapó una extensa trama de corrupción de la que participaban empresas contratistas, constructores, varios ayuntamientos y tres comunidades autónomas.

Granados y su amigo constructor David Marjaliza (ambos encarcelados), seis alcaldes y otros tantos empresarios están imputados por el juez Velasco. Granados, según fuentes de la investigación, llegó a tener dos cuentas suizas con 1,5 millones y 300.000 euros. Su amigo constructor ocultaba cuatro millones.

Hay más españoles con dinero oculto en Suiza, a juzgar por la documentación que empezó a remitir este país al juez que investigaba el caso Gürtel. Cuando se iniciaron las pesquisas en relación al cabecilla de la trama, Francisco Correa, la investigación descubrió que guardaba al menos 18 millones de euros en una cuenta denominada Soleado a cargo de un gestor suizo, Arturo Fassana, cuya empresa administraba fondos de otros ciudadanos españoles.

Cuando Suiza comenzó a remitir la información relacionada con Francisco Correa advirtió a las autoridades judiciales españolas que había borrado de la documentación el nombre de otros clientes a los que Fassana había incluido dentro de la cuenta denominada Soleado pero sin vinculación con la causa abierta en España. En el sumario del caso Gürtel hay decenas de folios remitidos por Suiza con los movimientos de dinero de Correa donde se pueden observar numerosas casillas borradas que corresponden supuestamente a otros españoles cuyos fondos eran gestionados por Fassana.

Durante la instrucción del caso Gürtel, los tres jueces que han investigado el caso (Baltasar Garzón, Antonio Pedreira y ahora Pablo Ruz) han tramitado 141 comisiones rogatorias a 19 países distintos solicitando información de distintas cuentas a nombre de dos decenas de imputados en la causa.

Cerca de 40 peticiones de auxilio judicial se han cursado a Suiza. En los últimos días, el Tribunal Penal Federal Suizo atendió un recurso de Luis Bárcenas para evitar que el juez Pablo Ruz pueda utilizar en la causa que tiene abierta la información que delata su fraude fiscal. Un error formal de las propias autoridades suizas —no dar audiencia a la defensa de Bárcenas en el expediente de entrega de la documentación a España— permite ahora a Bárcenas retrasar el proceso judicial que le mantiene en la cárcel.

Para que Ruz pueda incorporar a la causa todas las pruebas contra Bárcenas por sus cuentas suizas, este país tiene que reiniciar el proceso, dar audiencia al abogado del ex tesorero del PP y decidir si la Audiencia Nacional puede utilizar los datos. Bárcenas acumuló una fortuna de 48,2 millones de euros en las cuentas abiertas en Suiza.

Barcenas, un millón al empezar

La policía remitió hace unos días al juez Pablo Ruz el último informe sobre los movimientos de dinero en cuentas suizas de Luis Bárcenas, ex tesorero nacional del PP. El trabajo policial apunta el origen de las operaciones de Bárcenas en Suiza, donde llegó a acumular una fortuna de 48,2 millones de euros en las cuentas del Dresdner Bank y del Lombard Odier. El informe policial detalla que Bárcenas abrió una cuenta en el Lombard Odier de Suiza el 22 de junio de 1999, cuando era gerente de un partido, el PP, que por entonces gobernaba en España. Hasta el año siguiente, Bárcenas no comenzó a alimentar esa cuenta denominada Novis. Lo hizo mayoritariamente con ingresos en efectivo (744.894 euros) aunque también hizo cinco transferencias por 184.280 euros. El primer año ingresó en el Lombard Odier casi un millón de euros aunque sus ingresos como gerente del PP no superaban los 200.000 euros.

En 2001, Bárcenas sólo hizo tres ingresos en efectivo en la cuenta por 252.000 euros mientras que en 2002 no hay registrado ningún movimiento, según el informe policial remitido al juez.

A estas cantidades hay que sumar otros 8,2 millones de euros que Bárcenas ingresó hasta 2008 en el Lombard Odier y en el Dresdner Bank.

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