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La estrategia de las redes sociales en Gaza

Los simpatizantes de los palestinos superan en Twitter a los seguidores de la causa judía Debate en Israel sobre la difusión de las imágenes de las víctimas

Patricia R. Blanco
Farah Baker, la joven tuitera de Gaza que ha superado los 200.000 seguidores.
Farah Baker, la joven tuitera de Gaza que ha superado los 200.000 seguidores.SIEGFRIED MODOLA (REUTERS)

Los misiles y los cohetes no son las únicas armas empleadas en Gaza. El conflicto ha movilizado a israelíes, palestinos y a simpatizantes de cada una de las dos partes, que han utilizado las redes sociales para difundir su propia visión del enfrentamiento, narrarlo, justificarlo o ponerle rostro.

Un análisis de los tuits enviados desvela una mayor movilización del lado palestino. El hashtag o etiqueta #GazaUnderAttack (Gaza bajo ataque) ha aparecido en algo más de cuatro millones de tuits en los últimos 30 días, mientras que su réplica israelí, #IsraelUnderFire (Israel bajo fuego), en unos 300.000, según Topsy, una herramienta que analiza el impacto de Twitter. El mismo estudio a finales de julio desvela que la actividad propalestina se mantiene constante, pero que la proisraelí se ha duplicado.

“Vivimos en una época en la que los antiguos medios de comunicación no controlan más la información, cada uno de nosotros puede ayudar a difundir los hechos”, sostiene Hagai El-Ad, director ejecutivo de B’Tselem, una ONG israelí de defensa de los derechos humanos.

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Aunque Twitter también ha sido un campo utilizado por unos y otros para denigrar al adversario –basta con seguir el rastro de los hashtag para encontrar mensajes ofensivos de ambas partes- ha servido como plataforma para que los ciudadanos, armados con su móvil, se transformen en cronistas y fotógrafos de la tragedia. Farah Baker, de 16 años, se convirtió con sus tuits desde la Franja en fuente de información para muchos periodistas y pasó de 700 seguidores a más de 200.000. Otro joven gazatí, Hussam Tannera, que también usa la red social para describir su día a día, cree que Twitter ha servido para mucho más: “La regla en Gaza es tuiteo, luego estoy vivo”.

No todos los tuits enviados desde Gaza contenían información real. Abdirahim Saeed, analista de la BBC en árabe, constató que algunas de las imágenes difundidas correspondían a 2007 o incluso a otros conflictos. No obstante, el Ejército de Israel ha contribuido a autentificar los mensajes verdaderos con más repercusión. El 20 de julio, una hora después de que tuiteros en Gaza narraran el ataque en Sujaiya, donde murieron decenas de personas, la cuenta oficial de las Fuerzas Armadas de Israel, @IDFSpokesperson, respondía: “Hace días, avisamos a los civiles de que evacuaran Sujaiya. Hamás les ordenó permanecer allí”.

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Más allá de la información sobre los bombardeos, el Gobierno israelí ha mostrado su preocupación por la difusión masiva de los rostros de las víctimas. El primer ministro, Benjamín Netanyahu, criticó la “estrategia de Hamás” de enseñar “personas muertas telégenicamente”. Además, la Autoridad de Radiodifusión de Israel ha prohibido a B’Tselem comprar espacios publicitarios para difundir un vídeo con nombres de niños muertos en Gaza por ser “controvertido”. La Corte Suprema israelí ratificó el pasado jueves la decisión. Un día después, el Servicio Civil Nacional de Israel vetó que la ONG pueda ser una alternativa al servicio militar obligatorio, como era hasta entonces, por “animar” con sus actuaciones “a los enemigos de Israel”.

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Sobre la firma

Patricia R. Blanco
Periodista de EL PAÍS desde 2007, trabaja en la sección de Internacional. Está especializada en desinformación y en mundo árabe y musulmán. Es licenciada en Periodismo con Premio Extraordinario de Licenciatura y máster en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid.

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