_
_
_
_
_

La historia de Grecia vista por un rey sin corona

El primer tomo de las memorias del hermano de la Reina Sofía se agota en los quioscos

Andrés Mourenza
Constantino y Ana Maria de Grecia en el centro junto a sus hijos.
Constantino y Ana Maria de Grecia en el centro junto a sus hijos.cordon press

A Constantino de Grecia (Atenas, 1940) le despojaron de todas sus dignidades monárquicas una vez el pueblo heleno decidió, en un referéndum en 1974, que su país sería una República. Así que las memorias del exmonarca y hermano de la Reina Sofia no podían llamarse de otra forma: Sin título, un chiste sobre su particular situación una vez que el paso del tiempo le permite mirar atrás sin rencor, en particular hacia la agitada vida de la Casa de Glücksburg en Grecia.

"Cuando has estado en el centro de la historia de una nación durante una era es tu deber hablar cuando llegue el momento", escribe Constantino en el prefacio de sus memorias. En contraposición con el boato que caracterizó a la monarquía helena, el antiguo rey ha elegido un formato más bien popular para su distribución: los fascículos. El primero de tres tomos en que se dividen las casi 1.100 páginas se vendió el pasado domingo junto al diario To Vima y en unas horas todas las copias se agotaron.

Las memorias no han sido en realidad escritas por Constantino, sino recopiladas por los periodistas Yorgos Malujos y Yannis Diamantis quienes durante tres años registraron de forma "minuciosa, casi día a día, los recuerdos, pensamientos y opiniones" del exmonarca para luego ponerlos negro sobre blanco. "Se trata de uno de los testimonios históricos más importantes de nuestro tiempo, que sin duda se convertirá en obra de referencia de la historiografía del futuro", ha dicho Malujos.

El tomo ya publicado comienza en 1863, con el acceso de su bisabuelo, el danés Jorge I, al trono de Grecia, por imposición de los grandes poderes de la época, quienes no aceptaron el plebiscito por el que los helenos pedían que Alberto I, segundo vástago de la reina Victoria de Gran Bretaña, fuese su nuevo Jefe de Estado. En estas páginas, Constantino desgrana la historia de Grecia a través de los ojos de la realeza, desde la Primera Guerra Mundial al exilio en Alejandría durante la ocupación nazi hasta la muerte de su padre, Pablo I, en 1964.

Los reyes de Grecia Constantino y Ana Maria en la boda entre el príncipe Carlos y Camila Parker Bowles.
Los reyes de Grecia Constantino y Ana Maria en la boda entre el príncipe Carlos y Camila Parker Bowles.Cordon press

Pero no todo es historia con mayúsculas en este libro, ya que trufa sus vivencias y las de sus antepasados con anécdotas como la ocurrida durante su primer viaje a EE UU, donde sufrió un pequeño accidente de coche: "El problema es que ni yo ni Simeón teníamos nuestros documentos de identidad con nosotros —se lee en las memorias—. El policía que llegó nos preguntó:

-¿Cómo te llamas, chaval?

-Constantino

-¿Apellido?

-No tengo. Soy el príncipe de Grecia.

-¿Y quien es el otro tipo?

-Mi primo, pero de hecho es el Rey de Bulgaria". 

Como era de esperar, tras este diálogo surrealista, ambos terminaron en comisaría, de donde salieron cuando el Departamento de Estado confirmó que, en realidad, sí eran quienes decían.

Más enjundia política se prevé para el segundo tomo —que se publicará este fin de semana— ya que ha prometido "contarlo todo" sobre su breve reinado, entre 1964 y 1967. Ese último año fue en el que un grupo de ultraderechistas coroneles griegos dio un golpe de estado, refrendado por el propio Constantino. Algo de lo que el rey se arrepentiría, por lo que unos meses intentaría un contragolpe que, tras fracasar, supuso su deposición y sustitución a la cabeza del Estado por el dictador Yeoryios Papadópulos. El tercer volumen abordará su exilio, después de que, una vez derrotada la dictadura, los griegos decidiesen poner fin a la monarquía en un plebiscito y, posteriormente, el gobierno del socialista Andreas Papandreu aprobase una ley para despojarle de la nacionalidad griega, sus títulos y propiedades.

Hace dos años, Constantino decidió regresar finalmente a Grecia junto a su hijo el príncipe Nicolás —dicen algunas lenguas que debido a los altos precios de la vivienda en Londres, donde residía— y se instaló en la exclusiva localidad costera de Porto Jeli. Incluso lanzó algunos mensajes buscando la reconciliación, por ejemplo pidiendo "una oportunidad" para el primer ministro izquierdista Alexis Tsipras cuando este fue elegido a principios de año. Pero muchos griegos siguen sin perdonar los pasadas interferencias de Palacio en la política del país —los tejemanejes de Constantino provocaron la caída de un gobierno progresista en 1965— o el apoyo dado por la Familia Real a diversas dictaduras que sufrió Grecia. De hecho, el periódico izquierdista Efimerida ton Syntakton denuncia las memorias de Constantino como un "simple intento de lavado de cara" de la monarquía.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_