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MIRADOR
Columna
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Lo sabes muy bien

El PP se conduce por la sospecha de lo que piense Rajoy. Las decisiones no se comunican: se intuyen

Manuel Jabois

La última vez que Rajoy se significó políticamente fue a mediados de los noventa, en una entrevista de Carmen Rigalt en El Mundo.

—¿Mar Flores o Demi Moore?

—Eso ni se pregunta: Demi Moore.

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—¿Por qué?

—Por razones negativas. No me resulta simpática Mar Flores.

Es una respuesta violenta, pero aún no se habían publicado las fotos de Mar y Alessandro que terminaron con los prejuicios que había sobre ella. Lo curioso es que en un hombre de tantas indefiniciones fue como si le tocasen el alma al planteársele una elección así. Como si tras una vida de “sí pero no” la propuesta entre Demi Moore y Mar Flores le hiciese explotar: “Hasta aquí hemos llegado”. Daría lo que fuese por saber quién le dio a Rigalt ese consejo al documentarse para la entrevista: “Tú tira por ahí”. “¿Por Demi Moore y Mar Flores?”. “Hazme caso, es un tema que no soporta”.

—¿Isabel Tocino o Esperanza Aguirre?

—Eso también es obvio, y usted lo sabe.

—¿Entonces...?

—Póngales un empate.

Aquí se están trazando líneas fundamentales porque la respuesta se acerca a la perfección con la que ha terminado dirigiendo el PP y el Gobierno. Deja que la gente piense lo que quiera, pero usted ya lo sabe. Si usted no lo sabe el problema no es de Rajoy, es de usted. Ese estilo de Rajoy está muy cerca del falso empate entre Aguirre y Tocino porque deja al ciudadano que se convenza de lo que él piense.

Estos días algunos dirigentes del PP intentan manejar políticamente diálogos como éstos.

—¿Cómo renovamos el partido?

—Ya sabéis lo que pienso.

El PP se conduce por la sospecha de lo que piense Rajoy, y no son pocos los que reconocen en privado que se mueven por instinto con una losa: tienen que aparentar que lo saben perfectamente. Todo está sometido a una interpretación personal que a veces no coincide con la general, pues Rajoy no habla. Las decisiones en el PP no se comunican: se intuyen. Es un partido dirigido por sobreentendidos. El inmovilismo obedece al estado de pánico del enamorado que no sabe qué le pasa a su pareja y recibe como respuesta: “Lo sabes muy bien”. De vez en cuando el líder abre la boca y los mandos se dirigen aliviados a escucharlo: “La gente normal es la gente normal”. No sólo hay que fingir haberlo entendido y apechugar con eso, sino que hay que darle piel. Así se explica que Ana Palacio hable de la nostalgia de cuando las cosas se entendían para comparar la voluntad del votante español con la del ISIS.

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Sobre la firma

Manuel Jabois
Es de Sanxenxo (Pontevedra) y aprendió el oficio de escribir en el periodismo local gracias a Diario de Pontevedra. Ha trabajado en El Mundo y Onda Cero. Colabora a diario en la Cadena Ser. Su última novela es 'Mirafiori' (2023). En EL PAÍS firma reportajes, crónicas, entrevistas y columnas.

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