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China lanza una sonda lunar que volverá a la Tierra

Es un ensayo tecnológico de los equipos necesarios para traer muestras a la Tierra. Un microsatélite con un sensor español realiza también el viaje lunar

Centro de Lanzamiento de Satélites de Xichang (China).
Centro de Lanzamiento de Satélites de Xichang (China). Xinhua

China lanzó la madrugada de este viernes una nueva sonda espacial robótica a la Luna diseñada para ensayar tecnologías necesarias de cara a la misión de toma de muestras que se traerían a la Tierra, planeada por Pekín para 2017. El lanzamiento se hizo con un cohete Larga Marcha-3C, desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Xichang, en el sureste de China, según ha informado la agencia Xinhua.

El plan de la misión, denominada Chang´e 5T1 y de una duración de ocho días, es viajar hasta la Luna y cumplir media órbita a su alrededor para regresar hacia la Tierra para que una cápsula especial realice la reentrada en la atmósfera terrestre y aterrice en un lugar predeterminado. Hasta ahora solo han recogido y traído muestras de la Luna los astronautas estadounidenses en el programa Apolo y los robots soviéticos, en los años setenta.

La Chang´e 5T1 es esencial de cara a la misión de 2017, denominada Chang´e 5, en la que se enviará una nave automática que se pondrá en órbita lunar, se desprenderá de ella un módulo de descenso que, en la superficie, recogerá dos kilos de muestras de suelo y de rocas para después despegar y atracar en el módulo orbital para el regreso a la Tierra, informa The New Scientist. La misión tiene, sobre todo, que probar la tecnología del escudo térmico protector imprescindible para la reentrada en la atmósfera terrestre a toda velocidad (11,2 kilómetros por segundo).

“Hemos empezado a estudiar cómo despegará la Chang´e 5 desde la Luna y cómo se unirá a la cápsula en órbita de reentrada”, ha comentado a Space.com Wang Pengji, experto de la Academia China de Tecnología Espacial.

“Además de la tecnología de regreso automático a la Tierra, la sonda supone un hito en la toma de muestras, el despegue desde la superficie lunar y el atraque con el módulo orbital”, ha explicado Hu Hao, diseñador jefe de la tercera fase del proyecto de la sonda lunar china, a Xinhua.

Antes de la misión de toma y traída de muestras de 2017, China tiene previsto hacer otra misión más de ensayos tecnológicos, la Chang´e 4, para la que se utilizará la sonda de reserva de la Chang 3 que, en diciembre 2013, llegó al suelo lunar y desplegó el vehículo rodante Yutu (funcionó durante unas pocas semanas antes de sufrir problemas de control que lo inutilizaron).

China, cuyo plan lunar debe culminar con viajes tripulados al satélite natural de la Tierra, va paso a paso desarrollando y ensayando tecnologías. Envió a la Luna las sondas Chang´e 1 y Chang´e 2, en 2007 y 2010, respectivamente, antes del descenso de la Chang´e 3.

Un sensor español a bordo

En el cohete Larga Marcha 3C, junto con la sonda lunar china Chang´e 5T1, despegó hacia el espacio el microsatélite de experimentos 4M, de la empresa holandesa OHB, en la que va instalado un sensor de la compañía española IC Málaga, con sede en Mallorca. "Es un sensor que hemos diseñado para detectar la radiación con tecnología estándar", explica Álvaro Pineda, responsable de I+D de la empresa. El sensor, denominado DRA, es, básicamente, un chip de un milímetro por 0,7 milímetros que va en una caja de aluminio, de cinco por siete centímetros, con la electrónica integrada, añade.

IC Málaga es una empresa joven, fundada en 2012 y dedicada a los chips para la industria, pero también se embarca en aplicaciones nada corrientes, como un sensor de radiación instalado hace un año y medio en el túnel del acelerador de partículas LHC, del Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN), junto a Ginebra, comenta Pineda.

“En junio de este año, en ESTEC, el centro tecnológico, en Holanda, de la Agencia Europea del Espacio (ESA), contactamos con OHB, dedicada a actividades espaciales, y les pareció interesante probar nuestro detector porque la radiación solar siempre tienes que tenerla en cuenta en los satélites”, continúa el responsable de I+D de IC Málaga, empresa que, hasta ahora, carecía de experiencia espacial. OHB tenían prevista la misión 4M, un microsatélite (14 kilos) de experimentos en memoria del fundador de la empresa, Manfred Fuchs, fallecido este año, a la que se ha incorporado el DRA español.

El 4M comparte cohete con la cápsula Chang´e 5T1, se ha separado una hora después del lanzamiento y ha realizado independientemente el viaje a la Luna. Al regresar a la Tierra, mientras la sonda china intenta la reentrada en la atmósfera terrestre para llegar entera al suelo, el 4M se destruirá en el aire, explica Pineda.

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