Operación vestido de sirena
La ceremonia de entrega de los Globos de Oro confirma la desaparición de la naturalidad y la osadía en la era del hiperescrutinio. En la actualidad hay más ojos que nunca mirando lo que sea y desmenuzando el más banal de los acontecimientos. En este contexto, ¿quién puede culpar a los actores de querer preparar sin mácula sus escudriñadas apariciones?.