El infierno puede ser hilarante
Se habla más de ese hombre con apariencia de gnomo perverso llamado Roman Polanski por la reactualización de algunas de sus antiguas y sórdidas movidas que por ese impagable don que le concedieron los dioses o los demonios conocido como inteligencia, arte para contar historias con una cámara, capacidad para transmitir desasosiego, terror y compasión.