En su campaña de acoso a las instituciones legítimas de Afganistán, los talibanes asesinaron ayer al expresidente Burhanuddin Rabbani, un clérigo musulmán conservador de etnia tayika que tenía encomendada la tarea de negociar acuerdos de paz con los insurgentes.
Fuerzas gubernamentales y de la oposición yemení mantenían una precaria tregua anoche después de una jornada que dejó al menos una decena de muertos en Saná. "Están utilizando tanques para reprimir a los manifestantes pacíficos", declaraba poco antes por teléfono Jaled, un residente en la capital yemení.
66ª Asamblea de la ONU
Barack Obama prometió ayer su apoyo para que las nuevas autoridades de Libia puedan estabilizar el país y reconstruir la economía, pero pidió a cambio garantías de que el régimen que se instaure será democrático, respetará los derechos humanos y no tolerará el extremismo religioso.
La Administración norteamericana trata de coordinar con Turquía una transición ordenada en Siria ante la evidencia de que el presidente Bachar el Asad será incapaz de mantenerse al frente pese a la represión desatada por su Gobierno contra las fuerzas opositoras que han tomado las calles como protesta.
Al menos tres personas murieron y otras 15 resultaron heridas ayer en una fuerte explosión que sacudió el centro de Ankara. El ministro del Interior turco, Naim Sahin, dijo que la policía desconocía aún la naturaleza de la explosión, pero consideró que, "probablemente", se trataba de un atentado terrorista.