La alta cultura persigue el tirón de las estrellas
Hace ya años que el éxito de algunas campañas organizadas por las ONG está inextricablemente unido al ritual de ponga una celebridad en su vida. Famosos que dan su cara para defender la lucha contra el hambre (Bono), el sida (Liz Taylor), Haití (Sean Penn) o Darfur (George Clooney), y que con su presencia le dan visibilidad a causas que sin ellos apenas recibirían atención mediática.