Todos los ojos están puestos en ella. Detrás del mayor escándalo de corrupción política investigado ahora en Andalucía figura una juez controvertida: Mercedes Alaya. Su investigación en el caso de los expedientes de regulación de empleo (ERE) fraudulentos acapara el debate político y ha puesto en jaque al Gobierno, que sufre la situación más comprometida en la última década.
Los hurtos contra personas o comercios constituyen una de las infracciones más comunes -representan el 35% sobre el total de delitos y faltas de toda Andalucía- y más difíciles de investigar. No acaparan titulares como las operaciones por tráfico de drogas o el blanqueo de capitales, pero figuran en la lista de los que más preocupan.
El político siempre sostiene que la mejor encuesta es el escrutinio. Pero el PP de Almería no puede evitar su euforia, a menos de dos meses de las municipales, al imaginar que alcanzará la Alcaldía con una amplia mayoría.
PEDRO ESPINOSA | Cádiz
El castillo gaditano, que se alza en un islote, acogerá un restaurante y un museo