El final del secuestro más largo
"Ya tenemos libertad, ya somos libres". Visiblemente cansado y apoyado en una muleta, Albert Vilalta resumió con estas palabras la alegría incontenible que poco después de las 2.30 de hoy se adueñó de la terminal B del aeropuerto de El Prat.
El ataque franco-mauritano contra un campamento de Al Qaeda en el norte de Malí, el 22 de julio, fue el momento más inquietante del largo secuestro de Albert Vilalta y Roque Pascual, pero no fue el único mal rato que pasaron aquellos que, de una forma o de otra, estuvieron involucrados en la negociación para liberarles.
Alicia Gámez es ahora una mujer feliz. Del todo. Cuando fue liberada, el pasado marzo, dijo que su alegría no sería completa hasta que Albert Vilalta y Roque Pascual regresaran a casa. Ahora ya no tiene disculpa para no ser feliz.
La alegría por la liberación de los dos cooperantes catalanes secuestrados en el Sahel durante nueve meses fue la nota predominante en las reaciones de los políticos ayer. El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, se felicitó por la noticia en un comunicado en el que recordó "que el terrorismo es una amenaza que nos afecta a todos".
La cooperación entre España y Marruecos es de una "calidad excepcional"; el reino alauí es un "aliado estratégico, creíble y responsable"; las relaciones entre los Gobiernos de ambos países son "profundas", y "fraternales" las de sus respectivos monarcas.
El daño para Andalucía del recorte de inversiones del Estado en infraestructuras será limitado. El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, se fue ayer "muy satisfecho" de su tercer encuentro en La Moncloa con el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, que garantizó que los ajustes estatales no frenarán "infraestructuras imprescindibles".
El PP decidió la semana pasada hacer bandera política del conflicto de Melilla y a las baterías desplegadas por el primer partido de la oposición hasta se sumó el ex presidente del Gobierno, José María Aznar. Ayer intentó mantener el eco en el Congreso de los Diputados, pero terminó por escuchar reproches de todos los demás grupos.
El forense Francisco Etxeberría, que ha abierto más de un centenar de fosas de la Guerra Civil desde el año 2000, inició ayer la exhumación de uno de los mayores enterramientos clandestinos de la época en España. Ubicado en el paraje de La Pedraja, en la carretera que une Santo Domingo de la Calzada (La Rioja) y Burgos, se calcula que puede albergar los restos de hasta 300 personas.
Rafael Alvariño, detenido el sábado como presunto autor del incendio de Fornelos de Montes (Pontevedra), en el que murieron los brigadistas de extinción Rodrigo Amo y Julio Martínez, quedó ayer en libertad provisional sin fianza y con la única obligación de comparecer en el juzgado los días 1 y 15 de cada mes hasta que concluyan las diligencias que instruye el propio juzgado.