Incendios en Rusia
El presidente ruso, Dmitri Medvédev, viajó ayer a la república secesionista de Abjazia, en la ribera del mar Negro, y se puso a salvo así de los sofocantes humos que seguían atormentando Moscú. En la noche del sábado al domingo se cumplían dos años del conflicto bélico que se desencadenó cuando el presidente de Georgia, Mijaíl Saakashvili, envió tropas a Tsjinvali, la capital de Osetia del Sur.
Ya se sofocan más incendios de los que se declaran en Rusia. Un ligero alivio, según aseguró ayer el Ministerio de Situaciones de Emergencia. Pero solo ligero. Porque en Moscú no hay mejoría alguna. El humo continúa asfixiando la capital, residencia de 10,5 millones de habitantes que sufren una polución desconocida en la ciudad.
Las fuertes lluvias que azotan Pakistán están dificultando las operaciones de auxilio a los afectados por las inundaciones, que superan ya los seis millones de personas. En algunas zonas los helicópteros no han podido despegar. Los daños a carreteras y puentes y la inseguridad generada por los talibanes también impiden la atención a las víctimas.
El nuevo presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ha tendido un puente hacia la reconciliación con el Gobierno de Venezuela. Y Hugo Chávez se ha mostrado dispuesto a cruzarlo. Ambos mandatarios se reunirán mañana en Bogotá, anunció ayer la cancillería colombiana.
La Defensa Europea Común vio políticamente la luz en 1998, cuando Tony Blair levantó el tradicional veto británico al proyecto en una cumbre celebrada con Jacques Chirac. Después de 12 años, sin embargo, la cooperación militar europea sigue en estado embrionario, paralizada por una inextricable maraña de intereses políticos y nacionales.