El examen a la banca europea
Hay ocasiones en las que las buenas intenciones tienen su recompensa. Algo parecido ocurrió ayer, cuando la prima de riesgo española -sacudida en los últimos meses por los oscuros augurios sobre su economía- cayó con fuerza, hasta los 148 puntos básicos. Es este un nivel desconocido desde finales de mayo, antes de que los mercados viviesen sus días más turbulentos.
España se llevó ayer el premio de los inversores por su ejercicio de transparencia y severidad en las pruebas a la banca. En el otro extremo, Alemania recibió un alud de críticas por ocultar el riesgo soberano de buena parte de sus bancos, pero, además, sufrió el castigo por parte de los inversores.
Una semana después de que el Banco de España advirtiera a Caja Mediterráneo (CAM) de que no tenía otra opción que seguir adelante con la fusión fría pactada a finales de mayo con Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura, su consejo de administración dio luz verde al contrato de integración.
Inquietud, malestar y un punto de temor. El sector de las renovables, en plena discusión con Industria sobre recortes de primas -ayer mismo se celebró otra reunión con empresas fotovoltaicas- advierte que el Congreso va a debatir el posible freno a su desarrollo en el horizonte 2020.
Eurocontrol, la organización intergubernamental de seguridad aérea formada por 38 estados, también señala al conflicto laboral de los controladores aéreos como causa de retrasos en las últimas semanas en España. En guerra abierta con el Gobierno, que acusa a estos profesionales de organizar sus bajas médicas como forma de protesta encubierta, el sector no ha encontrado un aliado en Eurocontrol.