Si lo que ha pasado en los últimos años en España ha sido una fiesta de inversión en infraestructuras, el Gobierno anunció ayer que la bebida se acaba, muchos a partir de ahora tendrán que pagar la entrada y que algunas salas de baile, si tienen poco éxito, echarán el cierre.
El Ministerio de Fomento asegura que la medida sigue el calendario previsto, pero se ha anunciado en plena batalla con los controladores aéreos: el Gobierno abrirá a las empresas privadas la gestión del control del tráfico aéreo en las torres de algunos aeropuertos pequeños.
Ha llegado la hora de la verdad. Los inversores, analistas y banqueros de todo el mundo estarán hoy pendientes de la publicación de las pruebas de estrés de 91 entidades europeas, entre ellas nueve bancos y 18 cajas de ahorros españolas.