Diseño
La hondura de lo extraplano
ANATXU ZABALBEASCOA | Madrid
Los jardines irritaban al pintor Piet Mondrian. Solía pedir que le cambiaran el lugar en la mesa si tenía que sentarse mirando uno. Sus amigos aseguraban que era un mecanismo de defensa. Desde que se había empeñado en ser un neoplasticista riguroso quiso olvidarse de los años que había pasado observando jardines. Y pintando árboles.