La guerra afgana
El objetivo ha sido claramente fijado: ganar la guerra de Afganistán en 18 meses y volver a casa. Para el Pentágono resulta una misión difícil, pero factible. Los congresistas, en la derecha y en la izquierda, expresan serias dudas al respecto, pero le darán al presidente los recursos que solicita.
Anders Fogh Rasmussen, secretario general de la OTAN, aseguró ayer en Bruselas que los aliados le habían prometido "no menos de 5.000 soldados y quizá algunos miles más" como respuesta a la decisión del presidente de EE UU, Barack Obama, de enviar otros 30.000 militares a Afganistán.
"¿Treinta mil soldados estadounidenses más?", se pregunta Esmatulá. "No podrán estabilizar Afganistán aunque se traigan a todo EE UU", afirma un joven obrero en las afueras de Kabul. "Sólo nosotros entendemos nuestras tradiciones, geografía y modo de vida".
Catherine Ashton salió ayer airosa de su primera comparecencia ante el Parlamento Europeo como alta representante de la Política Exterior de la Unión. Un día después de su toma de posesión, Ashton sorprendió a los parlamentarios por el aplomo en sus respuestas.
El Congreso de Honduras votó ayer en contra de la restitución en el poder del depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, quien sufrió un golpe de Estado el 28 de junio y lleva 74 días cercado por su propio Ejército en la Embajada de Brasil en Tegucigalpa.
Antes del inicio de la sesión del Congreso hondureño se emitió un vídeo en el que el Gobierno golpista explica su versión de los hechos que condujeron a la expulsión del país de Zelaya (en la imagen, en la pantalla gigante), se emitió un vídeo en el que el Gobierno de Micheletti explica su versión de los hechos que precedieron al golpe de Estado.
Anatoli Kónonov y Vladímir Yaroslávtsev, los dos magistrados del Tribunal Constitucional de Rusia críticos con el Kremlin, han sido castigados de hecho por airear en público sus disidencias, en el caso de Yaroslávtsev en una entrevista con EL PAIS en la que afirmaba que el poder Judicial se ha convertido en un instrumento al servicio del Ejecutivo durante la presidencia de Vladímir Putin y de su sucesor, Dmitri Medvédev.
Viajar al extranjero para estudiar o trabajar entraña, para los 250.000 palestinos de Jerusalén, el peligro cierto de que el Gobierno israelí revoque su permiso de residencia. Viene sucediendo desde que la mitad oriental de la ciudad fue ocupada en 1967.