En busca del ejército perdido
Ni arcas perdidas, ni tumbas de faraones, ni ciudades sumergidas, ni ejércitos de terracota. El mayor espectáculo arqueológico de la antigüedad, que quizá yace en algún lugar del gran desierto de Egipto, es un ejército de verdad, compuesto según diversas fuentes por 50.000 hombres, enterrado enterito hace 25 siglos por una tormenta de arena que se lo tragó -soldados, camellos, caballos, armas, estandartes y pertrechos- sin dejar ni rastro.