Seis meses atravesando fronteras, veinte países, cuatro continentes. Una fotógrafa: Isabel Muñoz. Cinco periodistas, 19 ONG, un centenar de niños retratados. En el 20º aniversario de la Convención sobre los Derechos del Niño, comprobamos que se ha avanzado en el camino, pero que queda mucho todavía por recorrer. Así se hizo.
La directora de Unicef, una mujer curtida en la política de Estados Unidos, considera que la Convención de los Derechos del Niño, que cumple 20 años, ha sido un instrumento eficaz. Pero está aún lejos de alcanzar su verdadero portencial.
Quería una muñeca gigante. La consiguió en su décimo cumpleaños. Victoria sufre una parálisis cerebral que dificulta los movimientos de su cuerpo. Gracias a tres operaciones con láser y toda su fuerza de voluntad, ha logrado mantener el nivel académico de los demás niños de su edad. Todavía le queda un sueño muy importante por cumplir.
Este niño es el mayor de los Alonso. La esperanza de su madre. Sólo de ella. Su padre no opina. No puede. Lo 'desaparecieron' paramilitares o guerrilleros un mal día. La familia huyó con lo puesto de su pueblo. Son desplazados. Como la mayoría del millón de habitantes de Ciudad Bolívar, zona de Bogotá tan poco turística como lo es la miseria. Lo cuenta él en primera persona.
Hay sitios en los que incluso una incubadora para salvar a los prematuros es un lujo. Como Dakar. Pero ante la adversidad, espíritu positivo. El doctor Ousmane Ndiaye aplica el método Canguro para sacar adelante a cientos de minibebés. Tan natural como eficaz.
Vive internado en una institución para chicos problemáticos en Karlsruhe, al suroeste de Alemania. Ha tenido problemas con la violencia y hasta hace poco tomaba medicación para controlar sus accesos de ira. Ronny Gerhart tiene 15 años, ama el hip-hop por encima de todas las cosas y lucha por vencer a su propio destino.
Las dos son refugiadas. Joana, kurda, y Niamet, palestina. Nacieron y viven en el campo de Chatila, fundado hace 60 años a las afueras de Beirut. No tienen nacionalidad, pero ambas, cada una a su manera, sueñan con un futuro mejor para ellas y sus semejantes.
Son historias difíciles de escuchar, leer, digerir. Menores de sólo cinco, seis o siete años que fueron raptados mientras dormían. Trasladados a otros países. Violados, torturados. Obligados a luchar y matar. Uganda es uno de los países que más ha sufrido esta atrocidad.
¿Qué peso tienen los estereotipos en una de las sociedades más avanzadas? ¿Cómo conviven las diferentes maneras de entender la sexualidad? Hannah Nilsson, estudiante que se declara bisexual, aficionada a tocar el piano y disparar con su arco, busca respuestas.
La policía la encontró vagando sola en el caos de una estación de tren de Nueva Delhi. Se llamaba Rozi, tenía tres años. Poco más se pudo saber. Sin rastro de su familia, ni de su origen, la pequeña empezó una nueva vida en un orfanato. Sueña con ser profesora de baile.
Algunos tienen tan poco que ni siquiera cuentan con una casa y una familia. Es el caso de Nouhou, que vive en las calles de Niamey, la capital de Níger, el país más pobre de la Tierra. Su padre murió. Su madre lo abandonó. Desayuna pegamento; dice que le ayuda a olvidar.
Algunos son de Lomas de Zamora o de Fiorito, como Maradona; otros, de El Chaco. Cinturón de Buenos Aires o zonas de la Argentina empobrecida. Adolescentes del Cono Sur. Chabolas, droga y violencia. Sólo la educación como esperanza, espacio de libertad y progreso.
La explotación sexual de los menores es un gran problema en Filipinas. En la paradisíaca isla de Mindoro Oriental, una fundación recoge a niños de las calles de la dura área metropolitana de Manila y les ofrece una nueva vida.
Yohei estudia en un colegio privado de Tokio para dar el salto a alguna prestigiosa universidad norteamericana. Representó a Japón en la cumbre del J-8, celebrada en verano del año pasado, en la que chavales del mundo firmaron una declaración con exigencias para los líderes del G-8.
Su padre trabaja en una fábrica de azulejos en Tánger. Gana sólo 132 euros al mes. Por eso el pequeño Oualid sueña con convertirse en arquitecto para construirle una nueva casa. Su confianza en el futuro refleja la apuesta por la educación en igualdad de condiciones para niños y niñas. Frente a fanatismos, su cara es el contrapunto a la intolerancia.
¿Quiénes son tus compañeros de juegos? Jose Thompson no lo duda un instante: Jason y Yannick. Se reúnen en su barrio residencial y acomodado, en Summit, Nueva Jersey, para tocar en la orquesta del colegio, para entrenar al lacrosse o al baloncesto; para los juegos de ordenador y de calle.
Son unos 15.000 en Belice, unos seis millones en países de la zona. Los niños indígenas quedan aún más desprotegidos cuando arrecian el aislamiento y la pobreza. Mantener su lengua y cultura, apoyar su acceso a la educación es el objetivo.
A la ciudad llegan muchos desde el campo en busca de una riqueza que no existe para tantos. México DF, 21 millones, es prueba de lo que la superpoblación puede hacer con el ser humano. Muchos jóvenes reaccionan en positivo, se alían y lían por otros en pandillas antiviolencia. Son constructores de paz.
Lesoto es el Reino de las Montañas, pero ahora va camino de transformarse en el reino de las abuelas. Ellas han de cuidar de sus nietos, porque el VIH, con una incidencia de más del 23%, ha hecho estragos en toda una generación.
Suat Demirkol tiene ocho años, cuatro hermanos y una madre enferma de cáncer. Abandonados por un padre que no les ayuda económicamente, Suat guarda un secreto para mantenerse protegido.
Ha cumplido los 18 y desea transformar todo lo que no le gusta. Y quiere hacerlo desde... la política. Sí, la política. "No sé si quiero ser político, pero creo que es la mejor manera de cambiar las cosas". Madrileño, estudiante universitario y soñador, Miguel siente que tiene una misión.
Sita trabaja como asistenta doméstica y no va a la escuela. Gita machaca piedras en una cantera y pone en peligro su integridad física. Forman parte del 30% de los menores nepalíes que se ven obligados a trabajar. Las conocimos a los pies del Himalaya.
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