El estupor que ha provocado en Xàbia la decisión del Arzobispado de Valencia de inscribir a su nombre en el Registro de la Propiedad la iglesia-fortaleza de Sant Bertomeu, del siglo XVI, hizo que ayer por la tarde vecinos del municipio abordaran al arzobispo de Valencia, Carlos Ossoro, y le exigieran, carta en mano, "que devuelva la iglesia al pueblo".
Sábado noche, decenas de pubs y discotecas de Valencias abren sus puertas para que pasen sus clientes. A la misma hora, en las plazas y aparcamientos de la ciudad, los jóvenes no dan tregua al botellón, una práctica sancionada con una media de 400 euros.
Disfraces, revistas, baile, artes marciales, talleres de dibujo y toda la ambientación japonesa invaden este fin de semana Feria Valencia con el IV Salón del Manga, que ha reunido a cientos de aficionados. A ritmo del "para-para", baile nipón de moda, no sólo en directo sino también en videojuego, muchos de los asistentes llegaron disfrazados.
Hace más de siete siglos, en el promontorio donde hoy se alza la fortaleza de Sant Bertomeu de Xàbia no había nada: aquello era tierra yerma, una frontera de guerra entre los conquistadores cristianos y los reinos andalusíes. De ahí que a los primeros pobladores que llegaron a esa colina el rey Jaume II les ordenara en 1308 construir una torre de defensa contra los enemigos de la cristiandad.