La pendiente del tobogán por el que cae la economía empieza a suavizarse. Y eso basta para que Gobiernos y banqueros centrales martilleen con mensajes de optimismo: los ambiguos brotes verdes, rayos de luz aún muy difusos. El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, se sumó ayer a esa tendencia.
En tiempos difíciles, cuando el paro está por las nubes y las posibilidades de que descienda a medio plazo son remotas, mejor ni pedir dinero ni prestarlo. Es lo que se desprende de la estadística que el Banco de España publicó ayer. Nunca antes el crédito total que las entidades financieras han concedido para la compra de una vivienda había aumentado tan poco.
La penuria económica afecta también a la actividad sumergida. Hacienda detectó el año pasado un 42% menos de fraude por delito fiscal -superior a 120.000 euros-, según la memoria de la Agencia Tributaria correspondiente a 2008. En total se contabilizaron 500 millones de euros en 679 expedientes, que también descendieron respecto al año anterior.